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El absentismo es un asunto que enfrenta a patronal y sindicatos por los distintos puntos de vista que tienen sobre las faltas al trabajo. ... Sea cual sea el enfoque, lo cierto es que Asturias se mantiene entre las comunidades en las que más se incrementa. En concreto, un 43% entre 2018 y 2023, por encima del 36% registrado por la media española. Canarias, País Vasco y Galicia, encabezan los indicadores de absentismo en España, todas ellas con más de un 7% de jornadas perdidas en 2023. En el lado opuesto, Baleares, La Rioja y Madrid no superan el 5,6% de tasa media. En el caso de Asturias, es del 6,3%, según el informe 'Evolución de la incapacidad temporal y la siniestralidad en España' realizado por la mutua Umivale Activa y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).
En el conjunto de las bajas, Extremadura (70,3 días, +3%), Galicia (64,7, +10%) y Asturias (59,1, +1%) muestran las mayores duraciones medias. Muy por encima del promedio español, que es de 38,3 días, un 3% menos. Las diferencias territoriales también son evidentes en la prevalencia de procesos de incapacidad temporal (IT) de larga duración (más de 365 días). Canarias, Galicia y Cataluña presentaron una prevalencia superior a once por cada 1.000 trabajadores, mientras que fue inferior a siete en regiones como La Rioja y Madrid. Por su parte, Asturias anota 9,5 por cada millar de empleados.
El drástico aumento de las incapacidades temporales ha tensionado la tesorería de la Seguridad Social y de las compañías. En 2023 se perdieron en España 368,7 millones de jornadas laborales con los nueve millones de incapacidades temporales 'recetadas' por los sanitarios españoles, de las que el 70% las generan el 16,6% de total de trabajadores. Son los conocidos como 'repetidores' que acumulan múltiples bajas laborales a lo largo de un año, ya sea por recaídas o «por algo de picaresca», como calificó este martes Octavio Granado, exsecretario de Seguridad Social, y que cada vez son más frecuentes, ya que la mitad de los trabajadores de baja repite.
Según el informe, estos 'repetidores' –que en los últimos cinco años han crecido más de 5,9 puntos– son gran parte del problema del absentismo en España. «Son esenciales para entender este repunte», señalaron los autores de la investigación, que han trabajado con una base de datos de 62 millones de procesos de IT anonimizados para comprender qué está ocurriendo en el mercado laboral español, que encabeza la tasa de incapacidad temporal por enfermedad en Europa y deja un impacto en la economía nacional de 81.574 millones de euros.
La mayoría de estos 'repetidores' presentan dos o más enfermedades. Las más comunes son también «las más difíciles de determinar», como los dolores y, sobre todo, los trastornos de salud mental, que concentran más de la mitad de los casos.
Por lo que respecta a la incidencia, las diferencias son sustanciales, con valores que en 2023 superaron los 680 episodios por cada mil trabajadores protegidos en Navarra y Cataluña. En el otro extremo, se ubicaron Extremadura (263 procesos) y Asturias (356). Es decir, que el aumento del absentismo en el Principado responde más a la prolongación de las bajas que al número de ellas.
Por sectores, el estudio detecta las mayores tasas de absentismo en las actividades administrativas y servicios auxiliares, las relacionadas con el suministro de agua y actividades de saneamiento, y las actividades sanitarias. Por el contrario, las menores se registran en el sector de información y comunicaciones.
Las causas que explican por qué hay tantos trabajadores de baja en comparación con los años previos a la covid no están claras, como revelan los autores del estudio. El deterioro de la salud tras la pandemia, el envejecimiento natural de la población y el buen momento económico son algunas de las justificaciones que el Ministerio de Seguridad Social ha puesto sobre la mesa de diálogo con sindicatos y patronal para abordar esta problemática. «También hay que revisar el sistema sanitario español que alarga estas bajas por su saturación», apuntó Granado durante la presentación del informe. «Los médicos no son interventores de la Seguridad Social. Ellos no estudian para controlar el gasto, no es su función. Les atribuimos funciones que no les competen», añadió.
La reforma del Gobierno, sin embargo, no se centra en el apartado sanitario, sino en la modificación del apartado laboral. La propuesta del departamento de Elma Saiz se asienta sobre dos ejes de actuación: acortar la duración de las bajas y favorecer la reincorporación de los afectados conocida como «altas progresivas», que ha contado con la oposición de los sindicatos.
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