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Feria del vehículo de ocasión celebrada en Avilés. E. C.
Los asturianos compran el triple de coches con más de 10 años de antigüedad que nuevos

Los asturianos compran el triple de coches con más de 10 años de antigüedad que nuevos

Los altos precios, la falta de oferta por los chips y las dudas empujan a los compradores hacia vehículos más viejos y más contaminantes

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Domingo, 8 de mayo 2022

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En Asturias se vendieron en los tres primeros meses del año 9.225 coches usados, una cifra muy superior a los 2.034 nuevos que se matricularon en ese mismo periodo. La proporción es de 4,5 usados por cada uno nuevo, una relación que no ha hecho más que crecer en los últimos años.El análisis de los datos de las patronales Ancove (Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos) yFaconauto (la patronal que integra a las asociaciones de concesionarios oficiales) revela que la situación se ha agudizado conforme ha ido avanzando el año.En el mes de marzo, la proporción fue de 5,2. Atendiendo a la antigüedad de los vehículos, queda claro que la situación dista mucho de ser ideal. Los asturianos compraron en el primer trimestre del año 6.441 vehículos de más de diez años, una cifra que triplica los 2.034 nuevos que se matricularon en la región.

Las causas que explican este fenómeno son variadas y la consecuencia más inmediata es que el camino hacia la descarbonización de la movilidad privada que emprendió el sector impulsado por el Gobierno se está recorriendo a muy baja velocidad.

El sector del automóvil lleva varios años sumido en un descenso de las ventas. Las cifras de 2019 sufrieron un importante recorte al año siguiente con la llegada de la pandemia, que obligó al cierre de los concesionarios en los momentos más duros de la crisis sanitaria. A ello se unió un momento de incertidumbre económica y la crisis de los microchips, que lastró la producción de vehículos y de la que el sector aún se está recuperando. A todos estos condicionantes se sumó la guerra en Ucrania, país que se ha convertido en uno de los principales proveedores de cableado para la industria del automóvil. El resultado se ha traducido en importantes problemas de las marcas para proveer a los concesionarios, donde se acumulan retrasos de hasta nueve meses en la entrega de determinados modelos.«Ha habido una caída de la matriculación del 40% sobre las cifras de 2018 y 2019. Las fábricas ya han ido adaptando su capacidad productiva a los condicionantes, pero hay un impacto psicológico de la crisis sobre los compradores», explica José María Salazar, consejero delegado del Grupo Tartiere.

Raúl Morales, portavoz de Faconauto, destaca que la oferta de coches nuevos es escasa, a lo que se suma que casi no hay vehículos de hasta cinco años de antigüedad a la venta. La falta de vehículos salidos de fábrica hace que la rotación de los de 'renting' se haya ralentizado. «Habría que retirar los coches de más de diez años e ir hacia la descarbonización. Pero en España se promueve un parque móvil más viejo. No estamos avanzando en descarbonización todo lo rápido que querríamos».

Otro de los factores que influyen en que los vehículos más viejos sean los que más se venden es el precio. A lo largo de este año, el precio medio de un vehículo nuevo ha sido de 32.846 euros, un 6,5% más que en el mismo periodo del año anterior.Por contra, el precio medio del coche usado se situó en 10.844. «Hay miedo en acceder a los vehículos de gasóleo y gasolina porque en unos años pueden estar fuera de la circulación. Muchas familias optan por lo más barato, que son los que más contaminan».

Eric Iglesias, director general de Ancove, pone el foco en las ayudas que ofrece el Gobierno para incentivar la compra de vehículos electrificados, el plan Moves. «No todo el mundo puede comprar un vehículo nuevo. Habría que hacer un plan Renove para los vehículos contaminantes. No se puede hacer una transición ordenada sin los vehículos de segunda mano». Iglesias sostiene además que hay incertidumbre entre los compradores a la hora de elegir tecnología, lo que unido al estado económico actual y los precios de los vehículos electrificados hace que las ventas se resientan, optando en muchos casos por coches antiguos como fórmula de transición. José María Salazar apunta además que la infraestructura necesaria para el impulso del vehículo electrificado está pendiente de un auténtico desarrollo. «Aún estamos en el 10% del desarrollo de infraestructuras de carga».

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