Antonio Romero
«El pasado año ha sido satisfactorio, con 96,4 millones de beneficios, de los que 5,7 se destinarán a retribuir a los socios de la cooperativa»
Antonio Romero (Don Benito, Badajoz, 1965) destaca que los clientes de Caja Rural de Asturias «agradecen mucho que se les atienda en sucursal», aunque ... es necesario mantener «un equilibrio entre la presencialidad y la utilización de canales digitales», que también demanda la población más joven. Para el director general de la entidad, es esencial la cercanía con los socios de la cooperativa, que quiere reforzar aún más el arraigo con el territorio y devolver así parte lo recibido. La entidad celebra hoy en Oviedo su asamblea general de delegados, con unos resultados que siguen la estela de bonanza de los últimos años.
–Vienen de batir récord de beneficios, ¿cómo están las cuentas que presentan hoy?
–Seguimos en la línea positiva de ejercicios anteriores. Ha sido un buen año tanto en el crecimiento de recursos como de inversión con clientes, debido a nuestra mayor actividad y también han apoyado las nuevas oficinas que hemos implantado fuera de Asturias. Respecto a resultados, 2024 también ha sido un año satisfactorio, superando los 96,4 millones de euros. Me gustaría destacar no la cifra, sino el destino que se le da. Incrementamos la solvencia con 91 millones y retribuimos a los socios con unos 5,7. Además de la retribución a través de aportaciones al capital, están los retornos cooperativos, a los cuales destinamos tres millones en 2024. Es muy importante que ese espíritu de pertenencia siga funcionando entre todos los clientes y socios. También me gustaría poner muy en valor el retorno que va a la sociedad de los territorios donde tenemos actividad, fundamentalmente a Asturias, que serán más de diez millones.
–¿Cuáles son los retos para los próximos meses?
–Tenemos un plan estratégico muy bien definido. Queremos seguir estando entre las entidades financieras líderes en Asturias. Queremos seguir de una manera tranquila, humilde, sosegada, honesta y siempre con una actuación con valores atendiendo a toda nuestra clientela y seguir creciendo. Además, tenemos las oficinas de Madrid y Cantabria, que van a generar crecimiento. Si la caja crece en actividad, lo hace en resultados, volumen y empleo.
–¿Cuántos trabajadores se han incorporado recientemente?
–El año pasado, el neto de creación de empleo fue de 41 empleados, con lo que la plantilla creció un 8%. En lo que llevamos de año, es de 23 y vamos a cerrarlo probablemente con 40, hasta superar los 600 empleados en plantilla.
–La entidad cuenta con tres oficinas en Madrid. ¿Qué les aporta esta presencia en la capital?
–Madrid es un mercado de oportunidades para cualquier tipo de empresa. Nos aporta, por un lado, la posibilidad de atender a toda la población asturiana que trabaja o reside allí. De manera adicional, lo que pretendemos es captar negocio. En Madrid seguimos las mismas tres líneas que en Asturias. La atención a particulares, sobre todo por inversión en vivienda, aunque también tenemos una serie de especialistas en el ámbito de gestión de patrimonios, y la atención a empresas.
–¿Prevén nuevas aperturas fuera de Asturias?
–Nuestra idea es que al finalizar 2026 tengamos en Madrid cinco oficinas y en Cantabria unas 10. A partir de ese ejercicio, cuando hagamos una nueva reformulación, nos plantearemos, en base a los resultados que hayamos obtenido durante estos años, si seguimos con alguna apertura más o no. Dependerá un poco del desarrollo de las que están ahora abiertas. Queremos que la ampliación de nuestra presencia fuera de Asturias sea de una manera muy solvente, muy medida. Ahora mismo la caja tiene unos ratios de solvencia muy elevados que nos permiten llevar a cabo esa salida fuera de Asturias, pero hay que ir considerando cada hito para luego decidir si efectivamente seguimos adelante. Entiendo que sí, viendo las perspectivas de estos últimos años.
–La bajada de tipos anima la compra de vivienda, ¿perciben una mayor demanda de hipotecas?
–Unas estadísticas recientes señalaban que Caja Rural de Asturias, en 2024, fue la entidad que firmó en la región un mayor porcentaje de financiaciones hipotecarias de vivienda. Por nuestra experiencia, la persona que requiere esta financiación normalmente tiene unos ahorros previos, no es como en los años anteriores a la crisis. Por otro lado, los promotores nos transmiten que hay viviendas que se pagan directamente al contado y que en determinadas zonas más de un 50% de las ventas son a población de fuera de Asturias. El problema que está generando esto es el encarecimiento de los precios, que de alguna manera puede llegar a coartar el acceso a la vivienda de la población de Asturias, sobre todo de la más joven.
–¿En estos tiempos de incertidumbre se ha frenado la demanda de financiación por parte de las empresas?
–Las estadísticas dicen que, en 2024, las inversiones empresariales parece que se frenaron. Por otro lado, la economía española va bastante bien gracias al consumo interno. Nosotros seguimos incrementando la financiación empresarial con nuestros clientes. Llevamos ya años con una política de incremento de la actividad y de la presencia en las empresas asturianas, sobre todo en el ámbito de pymes y micropymes, y nuestro crecimiento está siendo realmente muy favorable. Hemos apostado en recursos humanos, con gente muy especializada en banca de empresas a nivel regional.
–¿Qué representa la obra social para Caja Rural de Asturias?
–Estamos muy orgullosos de lo que se destina al retorno a la sociedad en los territorios en los que operamos, que va a ser una cifra superior a los diez millones de euros, para actividades sociales, deportivas, escolares, fomento de la investigación y la formación... También se destina parte a la fundación, que tiene unas líneas estratégicas muy claras: el reto demográfico y el social y laboral. Y unas líneas de impacto a través de las cuales se pretende, en las zonas más deprimidas, articular medidas para frenar la caída de la población y tratar, de una manera consensuada con los agentes que están en esos entornos, de crear posibilidades de empleo y de nuevas empresas.
–La opa de BBVA sobre el Sabadell está en el debate público. ¿Será inevitable la concentración bancaria en general?
–Cada entidad tiene que buscar su modelo. Nosotros hemos apostado por un modelo de territorialidad, de capilaridad, de presencia física, de seguir manteniendo el mayor valor añadido que tenemos, que es la confianza de nuestros clientes, y nos va bien. Pero no solo a nosotros, a todo el sector de cajas rurales a nivel nacional. La concentración ni es buena ni es mala, todo depende de su impacto, pero no tiene por qué haber un modelo mejor que otro.
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