Las firmas chinas que acabarán el proyecto de Djelfa imponen a Duro Felguera más requisitos
El consorcio asiático prevé terminar la obra, pero el acuerdo será menos ventajoso y el grupo asturiano podría seguir con patrimonio negativo
Ha dado tantos problemas que a nadie le puede extrañar que, incluso a la hora de darle carpetazo, el contrato de Duro Felguera con Sonelgaz ... traiga nuevos quebraderos de cabeza. Hace casi un mes, la compañía asturiana anunciaba la firma de un memorándum de entendimiento para la resolución amistosa del proyecto de la central argelina de Djelfa. Un consorcio chino compuesto por China Petroleum Engineering & Construction Corporation (CPECC), Anhui Power Construction Corporation (APCC) y Northwest Electric Power Design Institute (NWEPDI) se iba a hacer cargo de la obra y se daban por resueltas, de forma «definitiva y amistosa», todas las controversias y litigios existentes. El compromiso de las empresas asiáticas pasaba por completar la construcción de la central y ponerla en servicio «progresivamente a partir del noveno mes siguiente al acuerdo final».
Parecía que finalizaba así un enfrentamiento por el que la energética magrebí exigía a Duro Felguera 413 millones de euros. Una cuestión que, sumada a la mala situación financiera de la ingeniería asturiana, le llevó en diciembre a solicitar el preconcurso de acreedores.
Noticia relacionada
Los contratos malditos de Duro Felguera
No obstante, el memorándum no era un documento definitivo, sino que daba de plazo un mes para concretar los términos finales del acuerdo entre todas las partes, la ejecución efectiva de la cesión del contrato, la resolución de las reclamaciones recíprocas y la terminación de los arbitrajes. Y ahí, la asturiana se ha vuelto a encontrar con problemas.
Según ha podido saber este periódico, el consorcio chino ha puesto sobre la mesa nuevas exigencias para hacerse con el resto de la obra del ciclo combinado, lo que haría que el acuerdo final sea mucho menos ventajoso para Duro Felguera, con unas cifras que, incluso, dejarían al grupo aún en patrimonio negativo.
No hay ruptura del acuerdo, pero los nuevos requisitos endurecen las condiciones económicas para la asturiana. Y esto, en otro momento, podría no ser tan grave, pero en el estado de agonía en el que se encuentra la centenaria compañía agrava de nuevo su situación. De momento, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) se resiste a capitalizar los créditos que le concedió en el marco del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas –120 millones en total, 100 en préstamos participativos y 20 en uno ordinario–. Esta parece ser la única opción que tiene ahora mismo el grupo.
Desde hace tiempo, este organismo público, así como el Gobierno del Principado, que apoyó a la compañía con otros seis millones, insisten en que tiene que haber un plan «viable» y «realista» que respalde un nuevo rescate, sobre todo, cuando se está tratando de dinero público.
Desde la SEPI, además, se teme que un nuevo apoyo a Duro Felguera suponga sentar un precedente ante otras empresas a las que le ha prestado su ayuda y que se cuente con esta sociedad como una especie de comodín para todo, aunque exista una mala gestión.
En el caso de Duro Felguera perjudica también que ni la inyección pública de 126 millones de euros, ni los 90 aportados por los actuales accionistas mayoritarios, Grupo Prodi y Mota-Engil México, mediante dos ampliaciones de capital, no hayan servido para reflotar la compañía o, al menos, colocarla camino de la recuperación. Por contra, se tiene la sensación de que se ha dilapidado esa importante suma de dinero y el grupo está más al borde del abismo que nunca, en preconcurso de acreedores, y casi agotada la prórroga de tres meses que permite el proceso, que finalizará el próximo 11 de junio.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
- Temas
- Duro Felguera
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.