Duro Felguera anuncia «avances» en un plan de reestructuración que «implica un riesgo para los accionistas»
En un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la ingeniería asturiana asegura que su intención es «minimizar las consecuencias para todos los afectados»
Duro Felguera reconoce que «se han logrado avances en el curso de las negociaciones y están en vías de solución cuestiones relevantes para la definición ... del plan de reestructuración«. Un plan que debe servir, explica la compañía, para evitar entrar enconcurso de acreedores. No obstante, también advierte de que su implantación «implica un riesgo para los accionistas, dado que este podría afectar a la situación patrimonial de la sociedad».
Así lo ha transmitido la centenaria firma asturiana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en un comunicado en el que también hace hincapié en que su intención es la de «minimizar las consecuencias para todos los afectados por el plan, sin que actualmente se conozca el alcance concreto para cada grupo«.
Remarcan desde Duro Felguera que la solución de las cuestiones pendientes «es imprescindible para generar un consenso que posibilite la aprobación de un plan de reestructuración«, cuyos términos concretos, explica la compañía, serán informados al mercado »tan pronto como sea posible«.
La ingeniería se encuentra en una situación económica crítica, sin liquidez, ahogada por las deudas y con dificultades para operar y para pagar las nóminas. La dirección debe encontrar una solución antes de que finalice la última prórroga del período de preconcurso de acreedores, que finaliza el 31 de julio, por eso trabaja a contrarreloj para caminar hacia la viabilidad económica.
El primer paso de ese complejo camino se dio el pasado mes de junio al alcanzar un acuerdo con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para reestructurar la deuda que Duro Felguera mantiene con el organismo público (120 millones de euros). Unos días después, la empresa anunció su intención de llevar a cabo un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a casi todas las sociedades del grupo.
A ello se suma la «actitud positiva» por parte de los máximos accionistas de la compañía, Prodi y Mota-Engil México, que según fuentes cercanas a la operación habrían reconsiderado su postura de no aportar más capital, ya sea directamente o a través de un socio. Un giro al que se une también la predisposición por parte de la SEPI a conceder avales para poder optar a nuevos proyectos. Todo ello con el objetivo de reflotar a una empresa emblemática para la región como Duro Felguera.
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