Vesuvius, sin proyectos para reflotar la empresa un año después del cierre

Amargo aniversario, esperando un plan industrial. Los extrabajadores de la factoría langreana Vesuvius, que dejó de producir en 2019, llevan un año esperando una solución y que se reflote la empresa con un nuevo plan de reindustrialización que cree empleos en la comarca. Ayer se concentraron, apoyados por familiares, vecinos, asociaciones y representantes políticos en el exterior de la planta formando una cadena humana para recordar que la lucha por recuperar el empleo continua.

«Necesitamos ayuda». Juanma Suárez Baragaño, portavoz de los extrabajadores, relataba que «hace un año que nos comunicaron el cierre y quisimos concentrarnos para visibilizar que seguimos aquí. Ha pasado un año, no ponemos en duda que se este trabajando, pero no hay nada concreto».

Ante este panorama, los extrabajadores de Vesuvius reclaman ayuda. «Necesitamos que se meta una velocidad más para darnos una solución. Tenemos gente mayor de 50 años que no ha trabajado ni un solo día, otros están con trabajos temporales y nos preocupa», apostillaba Suárez.

Desde el sindicato Comisiones Obreras se reconocía ayer que se están haciendo cosas. «Ha habido razonables avances», puntualizaba Damián Manzano, secretario general de Industria de la organización. «Se cumple un año del cierre y necesitábamos reivindicar que la lucha y el conflicto sigue vivo», así como «reclamar que se avance en el desarrollo de la mesa de reindustrialización», insistía el sindicalista. Una mesa que en principio debería ser convocada desde el Ministerio de Industria como se decidió en octubre de 2019, y en la que estará además el Principado, el Ayuntamiento de Langreo y la multinacional británica,

En la mente de todos sigue la necesidad de recuperar el empleo –casi un centenar de vecinos de la cuenca del Nalón trabajaban en la factoría–, máxime en una comarca donde las listas del paro no dejan de crecer. En este sentido, Manzano insistía en que ha pasado el tiempo y «necesitamos que se recupere el empleo, que se concrete algo en beneficio de las personas que viven estas comarcas».

Un futuro incierto y muchas familias en situación complicada, pero a pesar de ello, ayer, la plantilla asturiana de la multinacional británica entregaba parte de su 'caja de resistencia' a varias asociaciones del valle del Nalón que actualmente están repartiendo alimentos entre las familias más azotadas por la crisis sanitaria.