Fade y el IEE alertan de que la «elevada» fiscalidad resta competitividad a Asturias
Proponen una batería de medidas, como reducir el tipo máximo del IRPF al entorno del 47% y reforzar bonificaciones en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones
La Federación Asturiana de Empresarios (Fade) y el Instituto de Estudios Económicos alertan del impacto que la actual estructura fiscal autonómica tiene en el ... crecimiento económico de la región. Se basan para ello en el estudio 'La competitividad fiscal en el Principado de Asturias. Una propuesta de mejora', elaborado por el IEE, que analiza en profundidad los principales tributos y plantea un decálogo de medidas para hacer más atractiva la región para la inversión, la actividad empresarial y la retención de talento.
El director general del IEE, Gregorio Izquierdo, señaló este jueves durante su presentación ante la junta directiva de Fade que Asturias presenta «una de las presiones fiscales más elevadas de España, lo que puede generar desincentivos a la inversión, fomentar la deslocalización de talento y empresas y lastrar la capacidad de crecimiento del tejido empresarial». A pesar de contar con finanzas públicas saneadas —la región cerró 2023 con superávit y mantiene un endeudamiento por debajo de la media nacional—, el actual modelo impositivo «sigue alejando a Asturias de sus comunidades vecinas en materia de competitividad fiscal», señala la patronal.
Además, Izquierdo indicó que, para garantizar la convergencia real con Europa y España, aspecto, en el que la región ha retrocedido en los últimos años, la palanca más segura es favorecer la inversión empresarial, para lo que es «obligado» mejorar la competitividad fiscal del Principado, o lo que es lo mismo, a reducir sus «actualmente elevados niveles de presión fiscal normativa, para que la tributación deje de ser un freno al crecimiento y prosperidad del Principado».
«La fiscalidad es una de las herramientas más poderosas para dinamizar la economía. Asturias necesita un entorno más favorable para crecer, generar empleo y retener talento», afirmó María Calvo, presidenta de Fade.
Sucesiones, el más gravoso
El documento recoge que el tipo máximo agregado del IRPF en Asturias alcanza el 50%, uno de los más altos de España, y el umbral de aplicación para rentas altas es bajo. Respecto al de Sucesiones y Donaciones, es el más gravoso del país, con tipos máximos del 36,5%, añade. En cuanto al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, también se sitúa en los tipos más elevados. En el ámbito local, el tipo medio del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) se aproxima al máximo permitido, lo que «penaliza nuevas inversiones».
Pese a estas cargas, Asturias sigue mostrando un menor dinamismo económico que la media nacional, apunta el IEE. El PIB per cápita regional (PPC) en 2022 fue de 23.953 euros, frente a los 27.198 de España y los 32.481 de la eurozona. Además, la productividad por hora creció solo un 3,4% entre 2013 y 2022, lejos del 8,7% europeo y del 10,3% registrado en Galicia. El informe identifica también los puntos fuertes de la región: un alto nivel de capital humano, con casi un 50% de trabajadores con formación superior, y un marco institucional más sólido que la media nacional. Sin embargo, factores como el bajo esfuerzo inversor en I+D+i, el reducido tamaño empresarial y la limitada dimensión del mercado interno siguen lastrando la competitividad.
Propuestas fiscales
Entre las medidas recomendadas por el informe se encuentra la reducción del tipo máximo del IRPF al entorno del 47% y elevar el umbral de aplicación, así como el refuerzo de las bonificaciones en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, alineándolo con comunidades como Galicia. Asimismo, plantea rebajar los tipos generales del ITP (Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales) y del AJD (Actos Jurídicos Documentados) al mínimo legal, así como bonificar el IBI e IAE (Impuesto sobre Actividades Económicas) para empresas en expansión o con pérdidas.
El documento también señala la conveniencia de disminuir el gravamen del ICIO (Impuesto sobre Construcciones, Obras e Instalaciones) para favorecer nuevas inversiones, fomentar incentivos fiscales ligados a la inversión en tecnología e innovación y simplificar los trámites administrativos para mejorar el entorno empresarial.
Tanto FADE como el IEE defienden que una reducción selectiva y estratégica de la carga fiscal puede traducirse en mayor dinamismo económico, más inversión, empleo y, a medio plazo, incluso un aumento de la recaudación. «El verdadero reto es que la política fiscal no frene, sino que impulse la actividad. Asturias tiene margen de maniobra y la responsabilidad de aprovecharlo», concluyó Calvo.
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