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El presidente de Indra, Ángel Escribano, aseguró este jueves en una comparecencia en el Congreso de los Diputados que su empresa se hará con El ... Tallerón de Duro Felguera para construir blindados en Gijón.El anuncio llega tras la visita que hizo a las instalaciones su hermano,Javier Escribano, presidente de Escribano –segundo máximo accionista de Indra– el pasado 27 de febrero, tal y como adelantó EL COMERCIO. La compañía semipública quiere recuperar y ampliar las capacidades fabriles que tuvo en su momento, «y que nunca se debieron perder».
Después de insistir en que la intención de Indra es adquirir Santa Bárbara «con la mejor de las voluntades», de no hacerlo, aseguró, «no pasa nada», porque se harán con «otra factoría grande en Gijón, que era de Duro Felguera», El Tallerón, en la que rescatarán a entre 120 y 150 personas «que están en esa fábrica, y nos pondremos a hacer vehículos». La operación supone un balón de oxígeno para Duro Felguera, en preconcurso de acreedores, y que necesita una inyección económica urgente para poder seguir operando. Además, involucra a dos empresas en la órbita de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Indra, de la que es su mayor accionista, y Duro, rescatada a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia a Empresas Estratégicas que también sirvió de respaldo a otras dos empresas de la región, Imasa e Isastur.
«La pena es que tendremos que competir contra nosotros mismos, que somos los dueños de esa plataforma», apuntó Escribano sobre su planta en El Tallerón y Tess Defence, en el que Indra tiene la mayoría, pero en el que además se integran Escribano, Sapa y Santa Bárbara, filial de la americana General Dynamics, y que cuenta con el milmillonario contrato VCR 8x8 Dragon. «Nosotros mismos, me refiero al conjunto de los españoles, que ya no está en manos españolas», intentó aclarar después. Precisamente, durante su intervención se había mostrado muy crítico con el hecho de que España hubiera ido abandonando sus capacidades industriales para depender de actores extranjeros, sobre todo estadounidenses.
El objetivo de Indra es multiplicar su tamaño por tres o por cuatro, para ser ya no solo un gran 'campeón nacional', como aspira el Gobierno, sino situarse entre los principales actores del continente. En la actualidad, estaría entre el 35 y el 40. «Si España es el cuarto país de la Unión Europea, por lo menos deberíamos de tener una o dos empresas entre las diez primeras», dijo Ángel Escribano. Y ahí tendrá un papel clave la comunidad.
Previamente, ya había hecho referencia a las negociaciones en Asturias para abrir un nuevo centro industrial en el que concentrar toda la capacidad fabril de los vehículos que demandan actualmente los ejércitos, ya no solo el español, sino también del resto de Europa. Para ello, se ha creado la filial Indra Land Vehicles.
«Nos encontramos en la mejor de las posiciones para poder acometerlos, tenemos el personal, tenemos el conocimiento e incluso posiblemente hasta habrá presupuestos para hacerlo», afirmó Escribano. Esta filial será «un gran vector de crecimiento industrial» en las regiones en las que se implantará, como el Principado, elegida por su tradición en el sector, al contar ya no solo con fuerza laboral sino también con una red de proveedores experimentados.
Además, insistió en el interés de Indra en hacerse con Santa Bárbara para aumentar la capacidad productiva, no solo de los vehículos futuros, sino del actual, y como «un gran anhelo de nuestro ministerio, de nuestras Fuerzas Armadas, de nuestro Ejército de Tierra, poder tener una fábrica nacional». Lo hizo tras criticar, «como ciudadano, no como responsable de Indra», que desde que General Dynamics se hizo con la filial española en 2001 «no ha habido inversión, no ha crecido y más bien ha destruido casi todo el tejido industrial que tuvo lo que fue en su día la gran empresa Santa Bárbara».
De hecho, consideró que parte de los retrasos del proyecto VCR 8x8 se deben, precisamente, a este motivo. «Este país se merece tener esa tecnología porque además es nuestra, la tecnología del blindado de cadenas Pizarro es una tecnología que los españoles hemos pagado con nuestro dinero y con nuestros impuestos a lo largo de los últimos 20 años o 25», recalcó también, para revelar que Indra lanzó una opción de compra sobre las capacidades industriales que sería «muy exitosa para el vendedor».
Sin embargo, General Dynamics European Land Systems ha rechazado la operación, como dejó claro en un comunicado interno su presidente, Antonio Bueno, esta misma semana. Pese a ese portazo, el plan de Indra se mantiene, con el objetivo de lograr la «integración total en la cadena de valor» de Santa Bárbara. «Podríamos no hacerlo y lamentarlo dentro de x años», afirmó Escribano.
Por otro lado, también anunció que en las próximas semanas se entregarán 11 unidades del programa VCR 8x8, «una supermáquina», que integra muchísimas tecnologías diferentes y de la que estaremos «orgullosos».
Ante los retrasos, apuntó a las complejidades de su integración, con tecnologías de última generación, y certificación, que incluso implicó «estallar vehículos», ponerles minas para comprobar los efectos. «No decidimos fabricar 300 unidades y luego estar 3 o 4 años arreglándolas», defendió sobre la estrategia adoptada para un 8x8 que «es la mejor plataforma que hay en Europa en este momento».
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