Asturias «jugará un papel fundamental» con la regasificadora y los proyectos de hidrógeno verde

Así lo destacaba ayer, en Oviedo, la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, minutos antes de poner el punto final a la Escuela Internacional de Verano que organiza UGT Asturias. «La regasificadora es una magnífica noticia para nuestro país y para Europa», subrayó Rodríguez, que también puso en valor las ayudas directas a la industria. Más de 850 millones de euros destinados «primero a las electrointensivas, después a las empresas gasintensivas y ahora a las de transformación, que van a ser muy importantes, por ejemplo, para la industria láctea en Asturias». 

La portavoz del Gobierno de Sánchez se mostró convencida de que la región está llamada a «jugar un papel fundamental» en las políticas industriales socialistas, que «pasan por una industria más sostenible como consecuencia del proyecto de hidrógeno verde que apoya el Gobierno de España». Según Rodríguez, «haremos lo que haya que hacer para amortiguar los costes de la guerra en las familias y las empresas», aunque no llegó a concretar si eso incluye elevar al máximo las compensaciones por los derechos de emisión de CO2, tal como reclama Asturias. «Estamos comprometidos con la industria presente y futura», incidió la ministra. ¿Y Arcelor, que ha tenido que parar su horno alto de Gijón? «Cuenta con apoyo del Gobierno para nuevas inversiones que garanticen la viabilidad y el futuro de la industria, que es prioritaria para nosotros».

El cierre de la Escuela de Verano Manuel Fernández López 'Lito' proporcionó a la portavoz del Gobierno el escenario propicio para, además, hacer balance del «decepcionante» debate con Núñez Feijóo, al que declaró «en rebeldía constitucional» por su resistencia a renovar el Poder Judicial y al que acusó de no tener un proyecto solvente para España, «solo una carátula con folios en blanco». Y fue más allá: «No sé cómo se atreve a incumplir la Constitución, algo que no permitiríamos a ningún español. Es inadmisible. Núñez Feijóo se ha quitado la careta de moderado y es lo mismo que Pablo Casado; utiliza las instituciones en beneficio propio». 

Aprovechó también para repasar las medidas adoptadas por el Gobierno en «momentos de adversidad», desde los ERTE y «nuestra apuesta por la sanidad pública» en tiempos de pandemia hasta los bonos del transporte o el plan de ahorro energético puesto en marcha para afrontar «el cisne negro de la guerra de Ucrania». En su intervención en la sede asturiana de UGT, explicó incluso que «hay una queja permanente, también en Asturias, sobre las comunicaciones, pero tenemos la red más extensa de fibra óptima 4G, más que Reino Unido, Alemania, Francia y Portugal juntos».

Con todo, «este Gobierno va a dejar un país irreconocible», sentenció Isabel Rodríguez, para quien «hace mucho tiempo que España no jugaba un papel tan importante dentro de Europa». Papel que atribuyó «al liderazgo del presidente del Gobierno» en materia energética, cuyas políticas en este contexto de guerra están siendo asumidas «incluso por la derecha europea. Hoy Europa reivindica el modelo del presidente Sánchez». Y volvió a arremeter contra el presidente del PP: «Enfrente, tenemos a un Feijóo aislado con extravagancias como la vuelta a las nucleares. Un Feijóo que se va a Europa con las empresas energéticas a quejarse del tope del gas. No piensan en la mayoría, sino en unos pocos».

En la hoja de ruta que Isabel Rodríguez compartió ayer en Oviedo con los afiliados de UGT, «las grandes empresas deben contribuir» para que el impacto de la invasión rusa de Ucrania «no recaiga solo en los más vulnerables». Los objetivos, según dijo, están claros: «Nosotros estamos para defender el poder de la gente». Y fue ese «poder» el que enarboló ayer a modo de arenga, para pedir que «no os dejéis llevar por el desánimo, la gente es lista y sabe lo que hemos hecho».

En el cierre de la Escuela de Verano también participó el secretario general de UGT Asturias, Javier Fernández Lanero, que animó al Gobierno a «seguir la senda de las medidas sociales» y abogó por «recuperar el consenso en las mesas de negociación con las empresas». Pero, sobre todo, «es hora de aumentar salarios, sobre todo los más bajos» y «de apostar por la reducción de la jornada laboral a 32 horas». Algo que la organización sindical considera «importante» también «por ahorro energético».