Miles de asturianos pueden rescatar ya sus planes de pensiones sin estar jubilados
La banca teme una retirada masiva del dinero depositado al relajarse las condiciones para ello
El nuevo año ha traído un cambio importante para los planes de pensiones que, por un lado, está generando cierta inquietud en la banca, ... pero que a la vez puede suponer un balón de oxígeno en miles de economías asturianas. Desde este miércoles, la ley permite recuperar las aportaciones que se han realizado a estos instrumentos financieros con una sola condición: que hayan transcurrido 10 años desde el momento en el que se realizaron. Por tanto, para rescatar los planes no hace falta esperar a la jubilación o a estar en una situación especialmente vulnerable, como tener una incapacidad laboral, sufrir una enfermedad grave o ser un desempleado de larga duración.
En este sentido, desde este jueves, que abren las oficinas bancarias, cualquier partícipe puede acudir a su entidad financiera para rescatar las aportaciones realizadas antes del 1 de enero de 2015, así como los rendimientos que hubieran generado. En el global de España podrían ser alrededor de 64.000 millones de euros, la mitad del total de dinero acumulado en estos fondos. Los bancos, que controlan mayoritariamente el sector, temen así que se produzca una retirada masiva.
Esta modificación se remonta aún al último Gobierno de Mariano Rajoy, cuando en 2018 impulsó un real decreto para cambiar uno de los aspectos esenciales de estos planes de forma que se ofrece una mayor libertad para gestionar el capital acumulado y más flexibilidad. Sin embargo, ante el temor a esa retirada masiva, la asociación de las gestoras de fondos de inversión y planes de pensiones (Inverco) ha reclamado que se revise este cambio porque considera que desvirtúa la figura y el objetivo de estos instrumentos financieros, que ya han sufrido cambios en las desgravaciones que hacen menos atractivo este tipo de ahorro.
Según Inverco, Asturias tiene la menor proporción de habitantes con planes de pensiones individuales. Apenas un 12,7% frente al 15,3% nacional, un porcentaje decreciente, debido precisamente a esos cambios que los hacen menos atractivos fiscalmente. No obstante, en el caso concreto del Principado, esa menor proporción también se debe al envejecimiento de la población que ha llevado a muchos ciudadanos a rescatar ya el dinero. De hecho, Inverco solo sitúa al País Vasco por detrás, con un 2,5%, pero este es un dato falseado porque no se incluyen las inversiones en Entidades de Previsión Social Voluntaria, una herramienta de la que solo se dispone en esa comunidad.
En el caso asturiano influye, asimismo, el hecho de que de media se cuente con pensiones más altas, lo que también resta cierto interés por estas herramientas de ahorro, a pesar de que cada vez se cuestione más cómo se financiará la parte del ciclo vital en la que han dejado de producirse rentas del trabajo como consecuencia del cese de la actividad laboral.
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