La producción del metal asturiano crece un 3,5%, pero las exportaciones caen un 13,2%
El sector mejora su actividad y el nivel de empleo, pero evidencia el impacto de los conflictos geopolíticos en el comercio internacional
El metal asturiano mejora su producción, aunque ya evidencia el impacto de los conflictos geopolíticos que sacuden al mundo. Así lo demuestran los datos correspondientes ... al primer trimestre del año recopilados por la patronal asturiana del sector, Femetal, que señalan un aumento del 3,56% del Indicador de Producción Industrial del Metal (Ipimet) respecto al mismo periodo de 2024. A este resultado positivo contribuyeron todas las ramas de actividad, sobre todo, la fabricación de vehículos de motor, remolques y semirremolques (+13,52%) y la fabricación de otro material de transporte (+13,03%).
Respecto a la fabricación de material y equipo eléctrico, creció un 12,86%, y también lo hizo la metalurgia, fabricación de productos de hierro, acero y ferroaleaciones, aunque a más distancia (+5,43%, lejos del +12,98% del último trimestre de 2024). Así, las únicas ramas que registraron un descenso fueron la fabricación de maquinaria y equipo –la que tiene mayor peso en cuanto a número de empresas en la industria del metal asturiana–, que disminuyó su producción por quinto trimestre consecutivo (-3,93%), y la fabricación de productos metálicos (no se incluye maquinaria y equipo), que disminuyó un 2,18%.
Frente a estos buenos datos destaca la caída de las exportaciones, que alcanzaron los 842,73 millones de euros en el primer trimestre –lo que supone el 63,80% del valor total de las ventas a otros países de las empresas de la región en este periodo–, que representa una disminución interanual del 13,19%. Un resultado negativo derivado de la caída en esas dos ramas de actividad, las únicas que registraron una media negativa el pasado ejercicio: -14%, la fabricación de maquinaria y equipo, y -0,87%, la de productos metálicos.
En el periodo analizado ya se percibe el impacto de los aranceles impuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que en marzo comenzó a aplicar tasas del 25% para todas las importaciones de acero y aluminio. Un gravamen que duplicó en junio y que ha suscitado una enorme preocupación en la industria. Sin ir más lejos, la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid) –a la que pertenece Arcelor– pidió el pasado jueves al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que defienda ante la Comisión Europea un mecanismo que «reduzca sustancialmente las importaciones hasta niveles de 2012-2013, que aplique un arancel fuera de cuota del 50% en línea con Estados Unidos y sin exenciones por país, que exija el criterio 'melted & poured' (fundido y vertido) para garantizar la trazabilidad del acero y que extienda la protección a los códigos arancelarios de productos transformados en riesgo, con un arancel sin contingentes».
Entre los diez productos más exportados, que lidera de forma perenne la producción de plomo, zinc y estaño (289,14 millones de euros), destaca la aparición de la fabricación de vehículos militares de combate (24,42 millones) en el último puesto de la clasificación. Respecto a los principales países a los que venden las empresas del metal de la región, Francia se sitúa en cabeza, seguida de Italia y Portugal.
Mercado laboral
A pesar de las dificultades, el metal asturiano continúa con una evolución positiva del empleo. Según el informe de coyuntura de Femetal, el número de ocupados «se mantiene respecto al último trimestre de 2024 y aumenta un 19% respecto al primer trimestre del año anterior, situándose en 32.400 trabajadores». El informe también dedica un apartado a la siniestralidad laboral, cuyo índice de incidencia aumentó entre enero y marzo un 2,53% interanual. En total, tuvieron lugar 383 accidentes, 380 de los cuales fueron leves y graves los tres restantes.
En cuanto al absentismo, recoge datos del pasado ejercicio, que cerró con una media del 10,34%, es decir, por encima del 9,53% de 2023. Por tamaño de empresas, el mayor índice se alcanzó en las grandes empresas –250 trabajadores o más– (11,65%), seguido de las pequeñas (9,17%) y las medianas (8,45%), con lo que aumentó tanto en las pymes como en las compañías de gran envergadura. Las principales causas del absentismo fueron la enfermedad común y accidente no laboral (64,14%), las licencias y permisos (11,82%), el accidente laboral (11,14%), y por maternidad y paternidad (6,42%).
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