«La gente lo que pide es que le facilitemos la vida, no paguinas en plan 'rifa la xata'»

-¿Cómo está afrontando Ciudadanos la campaña?

-La atmósfera que envuelve al partido no es la mejor, pero estoy sorprendido porque la gente en la calle nos dice que no podemos desaparecer, que somos necesarios. Así que estamos sintiendo un buen 'feed back'. Y a nivel interno, estamos más unidos que nunca.

-¿La desbandada de dirigentes no les ha debilitado ante la calle?

-A la ciudadanía le importan poco los problemas de los partidos. Y a nosotros no nos gusta la corrupción ética y moral en las instituciones de personas que, no estando contentas en el partido, lo que es muy lícito, se marchan haciendo el mayor daño posible o por garantizar una nómina.

-¿A usted no le tentó el PP para que se sumase a sus filas?

-Tengo amigos de la infancia en el PP y saben que no pueden hablar conmigo de valores e ideales. Soy profundamente liberal y estar en Ciudadanos es una forma de entender la vida de esa manera. El PP ni es liberal ni de centro; es un partido conservador. No lo digo yo, lo dicen las instituciones europeas.

-En estas circunstancias, ¿resta o suma que sea un candidato poco conocido ?

-Aunque haya tenido una trayectoria política en Gijón, soy consciente de que no soy muy conocido. Pero me siento muy arropado por el partido. Y en la calle te reconforta ver que no ha caido en el olvido lo que hemos hecho. Lo vivimos el otro día, por ejemplo, cuando nos reunimos con los enfermos de ELA, que nos agradecieron que hubiésemos dado la cara por ellos en Madrid.

-¿Qué resultado daría por bueno este domingo?

-Tener un buen resultado no es cuestión de números sino de la capacidad que puedes tener de ser decisivo. Cuanta más capacidad de decisión, pues mejor. Pero creemos que un buen resultado sería mantenerse en las instituciones.

-Las encuestas les sitúan al borde de la desaparición...

-Las encuestas no fueron reales con Ciudadanos ni en los mejores momentos ni en los peores. Nosotros, como buen partido de centro, creemos que en el término medio está la virtud y tenemos la percepción, sin ser ilusos, de que nos mantendremos dentro. Sin un partido centro-liberal como Ciudadanos habría una política de bloques que no es buena para Asturias.

-Pongámonos en el mejor de los escenarios, ese en el que ustedes tendrían un papel decisivo. ¿Por dónde tiraría Ciudadanos?

-Tenemos que aprender de los errores. Un partido como Ciudadanos está para articular, así que escucharemos a todos los partidos. Nos acusan de veletas, pero yo digo que las veletas son las que siempre marcan el buen rumbo.

-¿Y esa 'veleta' qué rumbo marcará en Asturias? ¿Apuntaría a la derecha o a la izquierda?

-Hay muchas cuestiones en la vida de los asturianos que no son de izquierdas ni de derechas. Otra cosa es cómo gestionamos los servicios públicos. Miro con envidia el gran pacto alemán, pero creo que a nivel autonómico no va a ser posible, porque las posturas están como están.

-Hablando de grandes pactos, usted propone uno en Asturias sobre salud mental.

-La salud mental es una de esas cuestiones que no son de izquierdas ni derechas. Pero aquí hay una política de bloques, con posiciones enfrentadas. Ciudadanos, desde luego, siempre va a intentar sacar a los dos grandes partidos de los extremos.

-Usted que es maestro de la enseñanza pública. ¿La educación tampoco es de derecha o de izquierda?

-No se puede gestionar todo desde la ideología ni gobernar desde la imposición. Hay que escuchar más a la sociedad civil, es la única forma de llegar a acuerdos entre diferentes. Nosotros apostamos por un libro blanco de la educación y por su reestructuración teniendo en cuenta la pirámide demográfica. No podemos tener más infrestrucuras que niños.

-¿Cómo podrían camelarle Adrián Barbón o Diego Canga si necesitasen su apoyo para formar Gobierno?

-Pues nosotros queremos proteger a las familias, a la gente joven que empiece ahora su vida y a esa clase media que tanto ha dado por Asturias durante años. Eso es lo importante para Ciudadanos.

-Concrete.

-No somos de los que vamos a regalar dinero. Nosotros queremos ayudar a la gente a conciliar; a que puedan acceder al comedor escolar de forma gratuita; a que puedan hacer frente a la subida de precios, bajándole diez puntos el IRPF (cinco del tramo estatal y cinco del tramo autonómico); a acceder a esa primera vivienda... Hay que facilitar que la gente pueda tener una vida más cómoda.

-Cada cuatro años escuchamos las mismas promesas o muy similares...Y ahí siguen acumulándose los problemas.

-No deberíamos pensar a cuatro años como hacen los grandes partidos. Hay que tener las luces largas y plantear soluciones a veinte años. Ocurre con la despoblación y el reto demográfico. O con la conciliación. En una región envejecida como Asturias, no sólo hay que ayudar a las familias a conciliar con sus hijos, sino también con el cuidado de sus mayores. Nosotros proponemos crear una Consejería de la Familia, para atender necesidades del día a día.

-¿Y crear una Consejería de la Familia será la solución al reto demográfico?

-El reto demográfico y la familia son temas transversales, que lo tocan todo. Hay que hacerle la vida más cómoda a la gente para retener talento y conseguir que retornen a Asturias aquellas personas que así lo quieran.

-Nunca los partidos se acordaron tanto de la emigración asturiana en una campaña electoral...

-Me hace gracia que algunos partidos vayan a buscar el diputado 45 a Latinoamérica. En lugar de ir a buscar el voto, a lo mejor lo que deberían hacer es ir a buscar talento; buscar la forma de atraerlo, de hacer que Asturias sea una tierra de retorno. Pero no, prefieren buscar el voto.

-Dice que Ciudadanos ayudará a las familias, pero sin «regalar dinero». ¿Es que ahora se «regala» el dinero público?

-Estamos observando, en campaña y antes, que todo se soluciona con una paguina y algunos partidos están en plan 'la rifa la xata'. Pero la gente lo que quiere es que le facilitemos la vida, no subvenciones. No se puede dejar a nadie atrás que lo necesite, eso desde luego, pero no tampoco se puede hacer un uso torticero de las ayudas directas y se hace. Mucho prometer y prometer y luego nos encontramos con que las empresas del tercer sector en sitios como Gijón tardan seis meses en cobrar esas ayudas.

-¿Qué opina entonces del Salario Social? ¿Entraría dentro de lo que llama «paguina»?

-El Salario Social tiene que estar vinculado a la realización personal. Sé que es importante para muchas familias. Yo trabajo en una escuela, que es donde se percibe muchas veces cómo vive una familia y unos niños, y soy consciente de que el Salario Social puede ser inicialmente un refugio. Pero estoy seguro de que la gente lo que quiere es trabajar, así que ayudemos a que puedan ganarse la vida, ac tualizando aptitudes, ofreciendo formación digital...

La imagen de la provisionalidad y la fuga del talento

Tres razones han llevado a Manuel Iñarra a elegir la estación de tren de Gijón para la foto de esta entrevista. El primero: la nostalgia de su infancia y los viajes en tren para ver a sus abuelos en El Entrego. El segundo: «Era una estación provisional y aquí sigue», a falta de un proyecto definitivo en permanente retraso. «Símboliza lo que es Asturias», explica. Como esos andenes «llenos de jóvenes que dejan la región». Y representar esa fuga de talento sería el tercer motivo de su elección.