Frédéric Hambalek abre el debate de la honestidad total en 'Marielle lo sabe todo'
Albar recibe esta singular comedia alemana y la historia de amor y robo de 'As liñas discontinuas'
Anda liadísimo en el guion de un nuevo trabajo el director alemán Frédéric Hambalek, pero ha encontrado hueco para defender en el FICX 'Marielle lo sabe todo', que compite en la sección oficial Albar, una comedia dramática y fantástica en torno a un matrimonio y su hija adolescente y cómo lidian con el hecho de que esta tenga la habilidad de saber todo lo que hacen y dicen. Es la transparencia absoluta y lo que eso significa, una auténtica pesadilla, es lo que ha llevado a la pantalla en el que es su segundo largometraje.
La razón de esa aventura: «Nadie se había enfocado en investigar esa transparencia en el ámbito familiar que da lugar a situaciones delicadas y complejas», relata el director. Puede llevar el propósito y la cinta a mirar a este Gran Hermano algorítmico que habitamos, pero en realidad su búsqueda es más íntima al abrir esa caja negra y observar también la reacción del público, en especial el alemán, poco amigo de la carcajada. Cuando se estrenó en la Berlinale hubo muchas risas, pero quizá porque no había demasiados alemanes, según su director. Meses después ha concluido que «según las nacionalidades del público las reacciones son distintas y eso me divierte y es muy interesantes para mí».
En todo caso, la cinta es una reflexión sobre la mentira y algo más algo y lanza un buen número de interrogantes: «¿Necesitamos un espacio de privacidad respecto a la gente más cercana para liberarnos de las presiones y las obligaciones personales y sociales? Creo que se puede argumentar a favor y en contra. Lo mismo con la honestidad total, ¿es necesaria?, la película muestra qué resultados puede tener que en unos casos pueden ser malos o buenos, yo no doy una respuesta, me interesa plantear la pregunta».
No fue esta la única película de Albar que tomó las pantallas del FICX. 'Las líneas discontinuas', de la realizadora gallega Anxos Fazáns, propició una mirada sobre la intimidad bien distinta y en absoluto convencional. Más de seis años hay tras esta historia cocinada a fuego lento que une en torno a un robo a dos personas aparentemente en situaciones y lugares distintos pero que acaban por confluir y fluir de una manera mágica. Su directora y sus protagonistas, Adam Prieto y Mara Sánchez, junto a las productoras, están también en el FICX para defender la película. La noticia sobre un ladrón que se quedó dormido en la casa que había robado fue el detonante. A partir de ahí el guion fue tomando forma y creando la historia que finalmente ha llegado al metraje. «Es una película de personajes, pero parte de esa premisa, y hubo que tomar muchas decisiones para crearlos, porque tenían que estar en situaciones de crisis y soledad para provocar ese encuentro y esa veracidad porque sino el resultado no sería el mismo», señala la directora. Decidió además que ella fuera una mujer ya metida en los cincuenta y en proceso de divorcio y él un transexual. «En mi cabeza probé muchas opciones, pero la dueña de la casa tiene que ser una persona mayor y en una posición económica superior y él tenía que ser joven por inconsciencia y porque no debía ser una persona culpable, me di cuenta rápido que quería a una mujer de más de cincuenta años porque no he visto tanto ese personaje en pantalla y sentía la necesidad de construirlo y para el joven tenía muy cerca la cuestión trans y me di cuenta de que está poco representada y muy estereotipada, por eso decidí que lo fuera».