«La sidra es, sin duda, la bebida más gourmet que existe»

Gerardo Menéndez es la tercera generación de Sidra Menéndez. Le ha tocado renovar y modernizar para hacer crecer el negocio. No es fácil, pero si haces de tu afición tu profesión, es más llevadero.

Nació en el año 1971 en Quintana, muy cerca de Fano, lugar en el que se encuentra el llagar Menéndez. Allí se crió y heredó el espíritu que creó su abuelo Gerardo y que prosiguió su padre, Sabino, a quien considera su «maestro».

-Como ocurre en la mayor parte de los llagares, su empresa es familiar. ¿En qué momento se incorporó usted?

-Mi abuelo Gerardo tenía un pequeño llagar. En realidad, en casi todas las casas había uno y el de mi abuelo tenía un tamaño algo mayor de lo habitual. Estaba en Quintana, muy cerca de Fano, nuestra actual ubicación. Falleció en el año 67. Mi padre estaba haciendo la mili y tuvo que tomar las riendas del negocio. Yo, en realidad, me crié en el llagar. Y siempre me gustó.

-Y aquel pequeño llagar fue el germen de lo que hoy es Sidra Menéndez. Con más tecnología y modernización. Y con el apoyo de su madre.

-Cambiaron mucho las cosas. A mi padre le tocó trabajar más. Ahora tenemos un llagar con toda la tecnología punta. Pero mis padres convirtieron la marca en un referente. En 1985 mi padre vio la posibilidad de crecer y ampliar las instalaciones y el negocio, y compró una parcela en Fano. En estos terrenos, en 1991, se construyó la primera nave, ya con una tecnología muy novedosa.

-Y unos años después, en 2008, se inauguran las instalaciones actuales.

-Realizamos un fuerte inversión en la tecnología más vanguardista. Ampliamos y constituimos la sociedad en la que también está mi hermana.

-Su sidra es una de las más reconocidas y conocidas. ¿Cómo lo ha conseguido?

-Es esencial contar con una materia prima de calidad. Tenemos muy claro que la evolución de la sidra ha de ser conseguir la mejor calidad. Pero también es muy importante el distribuidor. Nos hemos introducido mucho en supermercados, y eso es esencial.

-Hábleme de sus productos.

-Solo elaboramos sidra natural y estamos a la expectativa de lo que marca el mercado. La sidra es la bebida más gourmet que existe; la pides, te la sirven seis veces y te la entregan en la mano.

-Ha hecho de su afición su profesión. Es usted un privilegiado.

-Pues sí. Es una afición, como a quien le gusta jugar al fútbol.

-Es usted la tercera generación. Quizás la cuarta....

-Tengo dos hijos. El mayor, Pablo, dice que le gustaría estudiar enología. María aún es muy pequeña. Me gustaría que siguieran la tradición, pero eso es una decisión de ellos. Como padre, quiero lo mejor para sus vidas.

-La materia prima de calidad, por encima de todo.

-Un producto de calidad sólo se obtiene con la mejor materia prima, por eso Sidra Menéndez tiene establecido un proceso que garantiza la selección de la mejor manzana desde el origen.

-Ha recibido unos cuantos premios y distinciones, varios de ellos otorgados por el público. ¿Qué reportan?

-Es una satisfacción. Quiere decir que el trabajo lo haces bien. Te hace incrementar algo las ventas, pero lo importante es tener una regularidad todo el año.

-¿Existe buena sintonía en el sector?

-Sí. La competencia es dura. La mayoría vende en Asturias. Todos hemos ido creciendo. Tenemos una asociación de la que forman parte entre 40 y 45 llagares y hay buen rollo.

-Sea realista: ¿cómo ve el futuro de la sidra?

-Siempre soy optimista. La sidra gusta y fuera de Asturias gusta mucho. Por eso, hay que intentar venderla en el exterior. Hay que ponerla en valor. Mantener y cuidar mucho la calidad. Seguir valorando los nuevos productos tipo vermú de sidra, brut... Hay que cambiar muchas cosas, pero se puede conseguir. Que el futuro exista y sea bueno para la sidra, depende de nosotros.