¿Qué son los vinos de hielo?
El frío provoca que las uvas se congelen en la propia cepa y con estas así se pueden elaborar vinos de hielo
Los denominados Icewine, Eiswein o Vins de Glace se obtienen a partir de uvas cuya agua se encuentra en estado sólido debido a los rigores hibernales. Teniendo en cuenta que el 85% del grano es acuoso, del prensado de las bayas heladas se obtiene un rendimiento muy pobre en volumen, pero muy rico en azúcares y ácidos. Austria y Alemania, país este último que se cree fue el primero en elaborar vinos de hielo allá por el siglo XVIII, son los mayores productores europeos de este tipo de vino, aunque el número uno mundial es, sin duda, Canadá.
La vendimia para los vinos de hielo suele suceder entre diciembre y febrero, cuando las temperaturas mínimas se sitúan entre los -7ºC y los -12ºC. Si bien muchos elaboradores optan por recolectar la fruta alrededor de las navidades para mitigar el impacto de los animales y la botritis. Las condiciones perfectas no se dan siempre, por lo que las mejores botellas de vino de hielo son siempre muy codiciadas. En aquellos países de clima más cálido se opta por recolectar la uva y congelarla artificialmente.
La ceremonia y la mística alrededor de estos vinos es enorme. En ocasiones se llevan prensas móviles a los viñedos y se dejan atemperar allí mismo durante unas horas antes de utilizarlas, con el objetivo de que el prensado sea inmediato y la descongelación de la uva, mínima. Así se asegura una concentración de mosto excelsa.
El momento de la vendimia es también otro punto crítico, pues si la uva congelada corta la comunicación con la planta, podría caer al suelo echando a perder toda la cosecha. Todas estas particularidades hacen de los vinos de hielo un producto particularmente codiciado con precios generalmente elevados.
