«Tenemos muy presente no romper la ley de la cadena alimentaria»

Camín Astur es una de las cuatro marcas de Codilex Alimentación Tradicional, una empresa productora y distribuidora dedicada al comercio al por mayor de 1.200 referencias, entre las que destacan legumbres, arroces, semillas, frutos secos y especias. En su sede de Gijón trabajan 50 personas gracias a las que llegan a hostelería, tiendas de todo tipo, colegios y geriátricos. Luis Miguel Rodríguez dirige el departamento comercial, que cuenta con 22 empleados.

-Empiezan dedicados a la distribución, pero solo de legumbre.

-Sí, en los primeros 2000 empieza a funcionar distribuyendo legumbres, pero luego se fueron añadiendo frutos secos, arroces, pastas. Más tarde se abrió el abanico a patatas, encurtidos, cortesías para cafeterías, hierbas y especias y aceites. Ahora tenemos unas 1.200 referencias.

-Por la variedad de formatos, ¿han cambiado con los años?

-Muchísimo. Cuando empecé a trabajar aquí hace 13 años, vendía legumbres en tiendas y bares y se manejaban formatos mucho más grandes que ahora. Hablo de dejar 50 kilos de fabes, lo que ahora no te pide nadie fundamentalmente porque bajó mucho el consumo. En hostelería, por ejemplo, ahora prefieren cantidades menores, lo que nos obliga a visitas mucho más frecuencias.

-¿Por qué?

-Por la situación económica. Todos vamos más al día y el que antes te pedía 50 kilos y se despreocupaba por un mes, ahora prefiere ir poco a poco. Además, nosotros nos vemos obligados a visitas semanales por el gran abanico de producto que tenemos , pues no nos van a comprar de todo al tiempo.

-¿Todo esto raíz de la pandemia o ya venía de atrás?

-Empezaba a notarse antes y en pandemia se aceleró y se empezó a percibir todavía más. El consumo de ahora no es el que fue hace 15 años.

-¿Quiénes son sus proveedores?

-Trabajamos con 25 empresas regionales porque intentamos tirar mucho del comercio y el agricultor asturiano. Tenemos dos personas que se dedican a comprar directamente en el campo, que van casa por casa a conseguir sobre todo faba. Tratamos directamente con el agricultor y le pagamos lo que vale la mercancía.

-Precisamente se empieza a mirar con lupa a la distribución, se les ve como a los malos. ¿Lo notan?, ¿qué les responden?

-Sí, claro. Estamos en el medio: a unos los tenemos que pagar y luego revenderles a los otros equilibrando la cosa. Tenemos muy presente no romper la ley de la cadena alimentaria.

-¿Qué aportan a la cadena?

-A unos variedad de producto, pues al cliente le gusta unificar proveedores para no tener 25.000 facturas que vuelvan loco al personal de oficina, y un servicio por el que en 24 horas llegados a todos los puntos de Asturias. A otros, un volumen de venta, pago rápido y, realmente, buenas condiciones de venta.

-Tienen marcas propias.

-Cuatro. Camín Astur es la principal, con la que envasamos el 80% de los productos que distribuimos. Con La Casa Valías envasamos producto certificado (miel, faba y verdina asturianos y arroz valenciano) y con Xuacón y Delena, faba también IGP pero de fincas seleccionadas.

-¿La faba y la verdina son sus buques insignia?

-Sí, y queremos que lo siga siendo a pesar de los cambios en la alimentación, de que antes se consumía mucha más legumbre que ahora. Lo que ocurre es que nos tuvimos que diversificar si queríamos crecer, sino era imposible. También apostamos por envases reciclables y productos fruto de cultivo ecológico. No hay que parar.

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