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Los premiados: Esther Álvarez, Armando Barrio, Javier Barrio, Armando Barrio hijo, Rubén García, Lara García y Toño García, al término del acto, posan con sus premios. Arnaldo García

Premios Agroalimentarios que «encarnan el espíritu y fuerza de Asturias y muestran nuestro pasado y presente»

Quesos La Peral, Migaya, Conservas Agromar y Frisona Bio Lácteos son distinguidos en la quinta edición de los premios de EL COMERCIO al sector

Viernes, 26 de septiembre 2025, 22:56

«Estos premios reconocen el talento, la innovación y la tradición de nuestro sector agroalimentario, un sector que no conoce fronteras en cuanto a calidad, creatividad y arraigo». Marcelino Marcos Líndez, consejero de Medio Rural y Política Agraria del Principado, abogó por «la urgente necesidad de poner el foco directamente sobre quienes trabajan en la tierra, quienes cuidan de nuestras vacas, nuestros campos, de nuestros mares, hombres y mujeres que nunca han dejado de alimentar las suyas, que nunca han dejado de poner el valor de lo nuestro a pesar de las adversidades». Lo hizo este viernes en el transcurso del acto de entrega de los V Premios Agroalimentarios de Asturias, organizados por EL COMERCIO, con el patrocinio del Gobierno del Principado, a través de la Consejería de Medio Rural y Política Agraria, Alimerka y Unicaja y con la colaboración de la Cámara de Comercio de Gijón. Un acto, celebrado en el recinto ferial Luis Adaro de Gijón, presentado por la periodista de EL COMERCIO Jessica M. Puga, que cumple ya su quinta edición y que tuvo lugar en el marco de la Feria del Campo y de las Industrias Agrícolas, Ganaderas, Forestales y Pesqueras (Agropec).

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Los cuatro protagonistas (Quesos La Peral, Migaya Arte Sano, Conservas Agromar y Frisona Bio Lácteos) encarnan, aseguró el consejero, «el espíritu y fuerza de Asturias y muestran el pasado y presente de esta tierra» y, por su parte, aseguró el presidente de la Cámara, Félix Baragaño, «definen muy bien el sector primario, que necesita el compromiso de la sociedad».

Defensa del campo

El acto se convirtió en una defensa del campo al que se reclamó mayor atención y apoyo, ya que «el sector primario y el de la transformación son la base de la sociedad y de la economía y un fiel reflejo de nuestra cultura», apuntó Octavio Villa, responsable de Proyectos Editorial de EL COMERCIO.

El mantenimiento de la tradición como base para crecer, pero sin dejar de lado la creatividad es cualidad común de los cuatro premiados. El camino no es fácil, se insistió, pero «hemos sabido adaptarnos a buena parte de lo que nos pide el mercado», dijo Villa, quien disertó acerca de la escasez de leche a la que se enfrentan muchos queseros.

Este aspecto lo conoce bien Quesos La Peral, la premiada en la categoría de Trayectoria. Hace 102 años que nació esta empresa, fundada por Antonio León Álvarez. Allá por 1923 se embarcó en un proyecto muy modesto que hoy traspasa fronteras y representa ya a cinco generaciones. Esther Álvarez, su gerente, narró las vicisitudes y dificultades vividas a lo largo de este más de un siglo de existencia en el que a punto estuvo de desaparecer. «Antonio León lo creó en Illas y seis años después recibió un premio por sus quesos, el queso era para él como un hijo más».

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Pero el camino no era fácil y durante la guerra civil tuvo tantas pérdidas que «casi se quedó sin nada», pero continuó. A cada generación le corresponde un reto y una manera de vivir, dijo la gerente de La Peral. Y llegó un momento en el que parecía inviable proseguir. «Mi marido y yo nos planteamos: o lo dejamos definitivamente o seguimos. Y decidimos seguir». Eran los años 70, se cambió de ubicación y obtuvieron subvenciones, lo que les permitió hacer una quesería nueva. El premio que este viernes recibió de manos del consejero, quien destacó el valor de «haber sabido mantener vivo un sector y apostar por la modernidad», es para ellos muy importante, porque «a veces piensas que llegar a donde llegas es poca cosa, pero no, no es así. Y sentirnos apoyados y distinguidos es un orgullo».

La calidad es el secreto para mantenerse y seguir en el mercado. Así lo explicó Armando Barrio, director general de Conservas Agromar, que se alzó con el premio en el apartado de Alimentos del Paraíso. La empresa, asentada en El Musel, está centrada en las conservas, especialmente, de productos del mar, que compran en las lonjas del Principado. La distinción de Alimentos del Paraíso es para Barrio «un sueño de garantía». Orgulloso de contar con dos hijos ya en la empresa, que aportan «más conocimiento de tecnología, que cuidan el diseño y que aportan, en definitiva, una seguridad de continuidad de la firma», Barrio recordó cuando en los inicios apostó por el caviar de oricios, «que marcó un antes y un después». El verano ha sido intenso, pues la temporada del bocarte y del bonito es esencial en este negocio. Y el premio, que recibió de manos de Paula Díaz-Caneja, responsable de Medio Ambiente y Calidad de Alimerka, supone «una alegría, más visibilidad y un orgullo que se acuerden de nosotros».

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«Una locura»

Con menos tiempo de existencia, pero con muchas ganas y un espíritu emprendedor nació Migaya Arte Sano, que fue distinguido en la categoría de Innovación y Emprendimiento. Un ingeniero y una enfermera de Langreo que se regalaron para su boda un cambio de vida radical: montar un negocio de repostería. Una reproducción dulce de 'Las Chaponas' fue el inicio de un proyecto que se vio interrumpido nada más despegar a causa de la pandemia, pero que remontó en diciembre de 2020. «No teníamos ni idea del sector, fue una locura, nadie nos entendía», reconocen Rubén y Lara García. De la mano del pastelero Alejandro Montes, que aporta su experiencia y sabiduría, siguen caminando y creando. «Decidimos que Asturias tenía mucho más que ofrecer y que podíamos innovar y crear productos diferentes». Los bombones de roca son otra de sus especialidades, pero han dado un paso más. «Queríamos llegar a otras comunidades autónomas y abrimos el abanico de sabores» porque, insisten, «Migaya es un reflejo de lo que es Asturias y somos gente muy querida en España, por eso creamos bombones con sabores de todo el país». Son pequeños, dicen, pero les gusta «meternos en todos los jardines, innovar y buscar retos difíciles». Luis Manuel Taboada, de Unicaja, les entregó el premio.

El proyecto de Toño García y Alberto Juesas también nació de «una locura» y de una pregunta: ¿Cómo es posible que no haya en el mercado una leche orgánica origen 100% asturiana?. Para cubrir este hueco surgió Frisona Bio Lácteos, distinguida en el apartado de Producto Ecológico. Una apuesta muy arriesgada. «Vivimos en una sociedad en la que el dinero es todo y a la gente le cuesta decidirse por lo ecológico, aunque eso ya va cambiando», afirmó Toño García. Entonces, contactaron con Lactavisa y arrancaron en un tiempo complicado y lograron, como indicó el consejero, una leche «100 % ecológica y lo que es aún más destacable: 100 % made in Asturias. Un ejemplo brillante de cómo el respeto con el medio ambiente, la sostenibilidad y la calidad pueden ir de la mano». García confesó que «queremos seguir, queremos crecer y llegar a ser más rentables». Octavio Villa le entregó su galardón.

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