Casa Farpón «representa lo que fuimos, somos y queremos seguir construyendo»

Una fiesta con la que «celebrar el camino» recorrido y «compartir» con clientes, amigos y familiares. Al final, una celebración multitudinaria que sirvió para poner punto y final a la época de transición y estrenar rótulo en el establecimiento: Casa Farpón Asador. «El nuevo nombre representa lo que fuimos, somos y queremos seguir construyendo», apuntó el responsable, Javier Álvarez Farpón.

No cambia la ubicación, que se mantiene en La Revuelta del Coche, en la parroquia sierense de Argüelles, donde Farpón tomó el testigo de El asador de Abel de manos de Abel Terente tras la jubilación del emblemático hostelero hace ahora casi dos años. «Transcurrido este periodo de transición, damos ahora un paso adelante y nos desvinculamos un poco más abriendo una nueva etapa», apuntó el cocinero, premio Caldereta de Don Calixto 2017 en la categoría Cocinero Joven.

La ocasión sirvió también para inaugurar un nuevo espacio dentro del renombrado restaurante. Se trató de la terraza, denominada Casa Farpón by Picofino porque la marca asturiana estará muy presente. Un espacio pensado para el antes y el después de las comidas, esto es, tanto para el vermú que la inicia como el café que la cierra. También «para la celebración de eventos», apuntó el responsable. A favor, un espacio cubierto y no con capacidad «para 80 personas sentadas y más de un centenar de pie».

Se mantiene también la filosofía del establecimiento y, aunque ampliada, también la oferta gastronómica con la brasa como protagonista. «Seguirá la chuleta, pero apostaremos también por preparar a la brasa mariscos y pescados. Y a corto plazo intentaremos colaborar con Joselito para meter algunas partes del cerdo a la brasa y más cortes de ternera», enumeró. Tampoco faltan los clásicos de su cocina, como las croquetas y los torreznos. ¿El objetivo? «Actualizar más la propuesta y llegar a público más joven» y no solo al empresarial del fin de semana.

«Hace casi dos años asumimos un enorme reto: continuar con la esencia de un lugar tan emblemático como El asador de Abel, un restaurante que ha formado parte de la historia gastronómica de Asturias. No voy a negar que imponía, pero todo este tiempo ha sido increíble. Hemos trabajado, tanto el equipo que ya estaba en la casa y los nuevos, con ilusión y respeto por la tradición, pero también con ganas de aportar nuestra propia visión», dijo emocionado Farpón durante su discurso pronunciado en la tarde del jueves. «Nada da esto habría sido posible sin vosotros, sin vuestro cariño y confianza», celebró, y dedicó sus palabras a «mi madre y a Lucía» por su apoyo constante.

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