La casa de Gijón en la que vacaciona Dulceida: vistas al mar, 6 dormitorios y piscina infinity
Equipada con todo lujo de detalles, la villa puede alquilarse por días y esto es lo que cuesta
S. V.
Miércoles, 17 de julio 2024, 21:44
Espectaculares. Así son las vistas desde la casa de Gijón en la que vacacionan Dulceida, su pareja, Alba Paul, y otras personalidades del mundo de las redes sociales: Nagore Robles, Carla Flila, José Obando, Bruna Bravo y Lucía Fernández.
Se trata de una villa que cuenta con todo lujo de detalles: completamente equipada, con jardin, parrilla y hasta mesa de ping-pong, aparcamiento dentro dle terreno, y una piscina infinity, de esas que tal y como están construidas dan la impresión de que la masa de agua se funde con el horizonte. En su caso son seis personas así que tocan a habitación por cabeza, aunque sobran camas, pues consta de seis dormitorios con un total doce camas. Además tiene cuatro baños y una «zona para trabajar» en la que las influencer pueden poner a punto sus campañas y promos.
«En resumen, es el lugar perfecto para disfrutar de unas vacaciones inolvidables en Gijón, combinando la tranquilidad de un entorno rural con la comodidad de estar a pocos minutos del centro de la ciudad», explica la anfitriona de la casa en la que se hospedan durante estos días.
¿Cuánto cuesta alquilarla?
¿Cuánto cuesta alquilar la casa en la que se encuentran las 'influencer'? Pongamos que la queremos coger una semana en plena temporada de verano, del 26 de agosto al 1 de septiembre para cuatro personas. La página de Airbnb nos dice que cuesta 1.000 euros la noche así que serían 6.000 euros por seis noches, más 250 euros de gastos de limpieza y la comisión de 1.068 euros de comisión de servicio de Airbnb. En total, 7.318 euros.
El grupo continúa disfrutando de sus vacaciones en Asturias y ayer, tras una jornada de surf, decidieron darse un homenaje culinario para cenar en Casa Ataúlfo, donde sidrutaron de andaricas, almejas, cigalas, chipirones y sidra. Hoy, en cambio, disfrutaron de una jornada de playa en Xago y después, para comer, un buen cachopo.