«La gente común es quien hace la Historia»

David Trueba (Madrid, 1969) es director de cine, escritor, periodista, guionista y actor. Su vida se desarrolla en una constante creación cuyas musas se esconden en el día a día, en lo extraordinario de la cotidianidad y en la heroicidad de las personas normales a las que, habitualmente, nadie presta atención. El 31 de enero presenta, en el Teatro Filarmónica, su documental 'Si me borrara el viento lo que yo canto', una cinta que narra la historia del cantautor de la resistencia Chicho Sánchez Ferlosio.

-¿Cómo nació este documental?

-Todo empezó cuando una discográfica de Zaragoza me dijo que iba a reeditar uno de los discos de Chicho Sánchez Ferlosio, 'Canciones de la resistencia española'. Me di cuenta de que era una historia que merecía ser contada y que podíamos aún disponer de algunos de los protagonistas. Teníamos que cazarlos ahora o perderlos para siempre.

-¿Es una cinta con un alto contenido político?

-Sí, sirve para contar la evolución ideológica de España tras la guerra. Es algo que conviene contar a los jóvenes que tienen una enorme confusión causada, seguramente, por el aprovechamiento del pasado que a veces se hace desde la política del día a día. Es bueno crear una perspectiva para los jóvenes, yo intento ser siempre muy didáctico, hay que sacrificar el brillo personal por hacer un servicio a la historia del país.

-¿Cómo ve la situación política actual?

-Los políticos tienen que prestar atención a los problemas básicos de desarrollo y dejar fuera la palabrería y las trifulcas. La gente está cansada de debates para la galería. Tienen que sacrificar el quedar bien por hacer cosas para la gente.

-¿Cómo está afectando esto a la cultura?

-La cultura en España nunca ha formado parte de las prioridades políticas y un país sin cultura es un país cuyos habitantes se tienen que ir. La cultura es un modo de expresión personal y para que una persona se sienta del todo realizada tiene que ser capaz de comunicarse con sus conciudadanos.

-Su último libro está orientado a la gente joven, ¿se está alejando la juventud de la cultura?

-No de la cultura, pero sí de la reflexión crítica. El sentido crítico es caminar y salirte de la ruta que te has marcado. Es como abandonar la autopista, quien lo hace se encuentra con muchas sorpresas y con mucha riqueza.

-¿Siempre elige para sus obras historias cotidianas?

-Me interesa la gente porque la gente común es la que hace la Historia y, habitualmente, estamos distraídos por las grandes figuras. A mí me atrae la gente normal y parece que en la lectura sintética de la historia solo importan los Napoleones y los Cristiano Ronaldo.

-¿Historias siempre con mucho contenido emocional?

-Llegar a las emociones por el cerebro es mi reto más importante, llegar por lo descarnado o por lo visceral sería lo más fácil.

-¿Dónde sigue encontrando la inspiración?

-En la gente, en las anécdotas, en las cosas que me cuentan. Esa cercanía con la gente me ha reportado buenas ideas y, sobre todo, muchas ganas de seguir trabajando.

-¿Qué le pide a este año?

-Que no caigamos en los errores de la última década, en pensar que hay soluciones sencillas para problemas complejos. Tenemos que entender que nuestro lugar en el mundo no es lo más importante. Para los grandes desafíos hay que pensar mucho y tener imaginación.