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Givenchy recupera la moda de los años 70

Lunes, 2 de marzo 2020, 11:51

Para su colección de otoño-invierno presentada este domingo en la Semana de la Moda de París, La 'maison' de Givenchy tomó como fuente de inspiración los años 70 y a artistas como la portuguesa Helena Almaida. La diseñadora de la firma, Clare Waight Keller, optó por estampados y siluetas, en las que recuperó las formas que Givenchy trabajaba en aquella década. Un desfile repleto de elegancia en el que pudieron verse vestidos de corte asimétrico, grandes hombreras y exagerados volúmenes. Todo en una paleta de colores monocromos con distintas gamas de rojo, marrón, tabaco y cobalto. Tampoco faltaron las plumas, los flecos o el clásico binomio de blanco y negro para los trajes de noche.

Reuters/ Efe/ Afp
Para su colección de otoño-invierno presentada este domingo en la Semana de la Moda de París, La 'maison' de Givenchy tomó como fuente de inspiración los años 70 y a artistas como la portuguesa Helena Almaida. La diseñadora de la firma, Clare Waight Keller, optó por estampados y siluetas, en las que recuperó las formas que Givenchy trabajaba en aquella década. Un desfile repleto de elegancia en el que pudieron verse vestidos de corte asimétrico, grandes hombreras y exagerados volúmenes. Todo en una paleta de colores monocromos con distintas gamas de rojo, marrón, tabaco y cobalto. Tampoco faltaron las plumas, los flecos o el clásico binomio de blanco y negro para los trajes de noche.
Para su colección de otoño-invierno presentada este domingo en la Semana de la Moda de París, La 'maison' de Givenchy tomó como fuente de inspiración los años 70 y a artistas como la portuguesa Helena Almaida. La diseñadora de la firma, Clare Waight Keller, optó por estampados y siluetas, en las que recuperó las formas que Givenchy trabajaba en aquella década. Un desfile repleto de elegancia en el que pudieron verse vestidos de corte asimétrico, grandes hombreras y exagerados volúmenes. Todo en una paleta de colores monocromos con distintas gamas de rojo, marrón, tabaco y cobalto. Tampoco faltaron las plumas, los flecos o el clásico binomio de blanco y negro para los trajes de noche.

Para su colección de otoño-invierno presentada este domingo en la Semana de la Moda de París, La 'maison' de Givenchy tomó como fuente de inspiración los años 70 y a artistas como la portuguesa Helena Almaida. La diseñadora de la firma, Clare Waight Keller, optó por estampados y siluetas, en las que recuperó las formas que Givenchy trabajaba en aquella década. Un desfile repleto de elegancia en el que pudieron verse vestidos de corte asimétrico, grandes hombreras y exagerados volúmenes. Todo en una paleta de colores monocromos con distintas gamas de rojo, marrón, tabaco y cobalto. Tampoco faltaron las plumas, los flecos o el clásico binomio de blanco y negro para los trajes de noche.

Reuters/ Efe/ Afp
Para su colección de otoño-invierno presentada este domingo en la Semana de la Moda de París, La 'maison' de Givenchy tomó como fuente de inspiración los años 70 y a artistas como la portuguesa Helena Almaida. La diseñadora de la firma, Clare Waight Keller, optó por estampados y siluetas, en las que recuperó las formas que Givenchy trabajaba en aquella década. Un desfile repleto de elegancia en el que pudieron verse vestidos de corte asimétrico, grandes hombreras y exagerados volúmenes. Todo en una paleta de colores monocromos con distintas gamas de rojo, marrón, tabaco y cobalto. Tampoco faltaron las plumas, los flecos o el clásico binomio de blanco y negro para los trajes de noche.
Para su colección de otoño-invierno presentada este domingo en la Semana de la Moda de París, La 'maison' de Givenchy tomó como fuente de inspiración los años 70 y a artistas como la portuguesa Helena Almaida. La diseñadora de la firma, Clare Waight Keller, optó por estampados y siluetas, en las que recuperó las formas que Givenchy trabajaba en aquella década. Un desfile repleto de elegancia en el que pudieron verse vestidos de corte asimétrico, grandes hombreras y exagerados volúmenes. Todo en una paleta de colores monocromos con distintas gamas de rojo, marrón, tabaco y cobalto. Tampoco faltaron las plumas, los flecos o el clásico binomio de blanco y negro para los trajes de noche.

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Reuters/ Efe/ Afp
Para su colección de otoño-invierno presentada este domingo en la Semana de la Moda de París, La 'maison' de Givenchy tomó como fuente de inspiración los años 70 y a artistas como la portuguesa Helena Almaida. La diseñadora de la firma, Clare Waight Keller, optó por estampados y siluetas, en las que recuperó las formas que Givenchy trabajaba en aquella década. Un desfile repleto de elegancia en el que pudieron verse vestidos de corte asimétrico, grandes hombreras y exagerados volúmenes. Todo en una paleta de colores monocromos con distintas gamas de rojo, marrón, tabaco y cobalto. Tampoco faltaron las plumas, los flecos o el clásico binomio de blanco y negro para los trajes de noche.
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Reuters/ Efe/ Afp
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Reuters/ Efe/ Afp
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Reuters/ Efe/ Afp
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Reuters/ Efe/ Afp
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Para su colección de otoño-invierno presentada este domingo en la Semana de la Moda de París, La 'maison' de Givenchy tomó como fuente de inspiración los años 70 y a artistas como la portuguesa Helena Almaida. La diseñadora de la firma, Clare Waight Keller, optó por estampados y siluetas, en las que recuperó las formas que Givenchy trabajaba en aquella década. Un desfile repleto de elegancia en el que pudieron verse vestidos de corte asimétrico, grandes hombreras y exagerados volúmenes. Todo en una paleta de colores monocromos con distintas gamas de rojo, marrón, tabaco y cobalto. Tampoco faltaron las plumas, los flecos o el clásico binomio de blanco y negro para los trajes de noche.

Reuters/ Efe/ Afp
Para su colección de otoño-invierno presentada este domingo en la Semana de la Moda de París, La 'maison' de Givenchy tomó como fuente de inspiración los años 70 y a artistas como la portuguesa Helena Almaida. La diseñadora de la firma, Clare Waight Keller, optó por estampados y siluetas, en las que recuperó las formas que Givenchy trabajaba en aquella década. Un desfile repleto de elegancia en el que pudieron verse vestidos de corte asimétrico, grandes hombreras y exagerados volúmenes. Todo en una paleta de colores monocromos con distintas gamas de rojo, marrón, tabaco y cobalto. Tampoco faltaron las plumas, los flecos o el clásico binomio de blanco y negro para los trajes de noche.
Para su colección de otoño-invierno presentada este domingo en la Semana de la Moda de París, La 'maison' de Givenchy tomó como fuente de inspiración los años 70 y a artistas como la portuguesa Helena Almaida. La diseñadora de la firma, Clare Waight Keller, optó por estampados y siluetas, en las que recuperó las formas que Givenchy trabajaba en aquella década. Un desfile repleto de elegancia en el que pudieron verse vestidos de corte asimétrico, grandes hombreras y exagerados volúmenes. Todo en una paleta de colores monocromos con distintas gamas de rojo, marrón, tabaco y cobalto. Tampoco faltaron las plumas, los flecos o el clásico binomio de blanco y negro para los trajes de noche.

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Reuters/ Efe/ Afp
Para su colección de otoño-invierno presentada este domingo en la Semana de la Moda de París, La 'maison' de Givenchy tomó como fuente de inspiración los años 70 y a artistas como la portuguesa Helena Almaida. La diseñadora de la firma, Clare Waight Keller, optó por estampados y siluetas, en las que recuperó las formas que Givenchy trabajaba en aquella década. Un desfile repleto de elegancia en el que pudieron verse vestidos de corte asimétrico, grandes hombreras y exagerados volúmenes. Todo en una paleta de colores monocromos con distintas gamas de rojo, marrón, tabaco y cobalto. Tampoco faltaron las plumas, los flecos o el clásico binomio de blanco y negro para los trajes de noche.
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Para su colección de otoño-invierno presentada este domingo en la Semana de la Moda de París, La 'maison' de Givenchy tomó como fuente de inspiración los años 70 y a artistas como la portuguesa Helena Almaida. La diseñadora de la firma, Clare Waight Keller, optó por estampados y siluetas, en las que recuperó las formas que Givenchy trabajaba en aquella década. Un desfile repleto de elegancia en el que pudieron verse vestidos de corte asimétrico, grandes hombreras y exagerados volúmenes. Todo en una paleta de colores monocromos con distintas gamas de rojo, marrón, tabaco y cobalto. Tampoco faltaron las plumas, los flecos o el clásico binomio de blanco y negro para los trajes de noche.
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Reuters/ Efe/ Afp
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