El Muselín, barrio pintoresco

Corría el mes de julio de 2010 cuando en El Muselín 'estallaba la bomba'. El Ayuntamiento de Gijón, por entonces gobernado por los socialistas, había tomado la decisión de eliminar, al menos a medio plazo, todo el barrio. El destino de toda la loma donde ahora se asientan un centenar de viviendas no era otro que reconvertirla en zona verde, en un parque público. Los vecinos, en torno a los doscientos, no daban crédito a la decisión municipal, sobre todo cuando comprobaron que no se trataba de una broma de mal gusto, sino de una completa realidad. ¿Cuál era el problema? El, por entonces, concejal delegado de Urbanismo, Pedro Sanjurjo, argumentó la decisión municipal en la presunta inestabilidad del terreno donde se asienta el barrio que, a su entender, ponía en peligro la integridad de las casas y, por ende, la seguridad de todos los inquilinos. La decisión estaba tomada y El Muselín desaparecería como barrio en el Plan General de Ordenación Urbana que, por entonces, redactaba el equipo de gobierno municipal. La polémica estaba servida y los afectados, incluso, recuperaron la desaparecida asociación de vecinos para iniciar una lucha contra la decisión del Ayuntamiento que se presumía complicada.

Todo ello se inició, como se apuntaba, en el mes de julio de 2010. En mayo de 2011 se celebraron las elecciones municipales y el gobierno municipal cambió de manos. El PSOE pasó a la oposición y el nuevo equipo de gobierno de Foro, con la alcaldesa, Carmen Moriyón al frente, cambió totalmente el rumbo. Apenas seis meses después de tomar posesión, en noviembre de 2011, un nuevo informe geológico avalaba la presencia de El Muselín en su actual ubicación. Los vecinos respiraron aliviados.

Ahora, según pudo saber EL COMERCIO, el gobierno municipal de Foro tiene en estudio dar un nuevo paso al frente. ¿De qué se trata? Pues de incluir El Muselín en el nuevo Plan General de Ordenación (PGO) con la categoría de «barrio pintoresco», lo que supondría no sólo una máxima protección, sino también resucitar la posibilidad de hacer obras en las viviendas, algo que lleva más de dos decenios totalmente prohibido. Ni una sola licencia de obras de reforma se ha otorgado en este pequeño y peculiar barrio de Jove ya que sobre las pequeñas edificaciones, casi todas de planta baja y poco más, pesaba la amenaza de desaparición. Ni que decir tiene que tan prolongado plazo sin poder hacer reformas ha tenido un importante coste en la habitabilidad de las viviendas y, por ende, en la calidad de vida de sus inquilinos.

Las cosas, ahora, parece que van a cambiar. El Muselín seguirá en su lugar y los vecinos, además, tendrán facilidades de índole tanto administrativo como económico para arreglar sus viviendas. De esa forma, la intención del equipo de gobierno municipal es convertirlo en un «barrio pintoresco», el único de Gijón. Ahora queda trasladar las ideas a los papeles y darles el curso pertinente. La intención municipal es informar a los vecinos y hacerles partícipes de este novedoso proyecto de rehabilitación.

«Tenemos que resolver un problema, y es que El Muselín se asienta en un terreno inestable, no apto para fijar allí un uso residencial». Eran palabras del concejal socialista Pedro Sanjurjo, máximo responsable de la parcela de Urbanismo, el 1 de setiembre de 2010. Aseguraba el edil que estaban actuando «pensando estrictamente en la seguridad de los vecinos». Para entonces, los ánimos estaban ya más que caldeados en el barrio y empezaron a desatarse todo tipo de rumores y especulaciones sobre ese repentino interés municipal en desalojarlos de sus casas de siempre. De los rumores no escapó la nueva regasificadora de El Musel, que, para entrar en funcionamiento, no puede tener asentamientos urbanos a determinada distancia. El Muselín está muy cerca, demasiado, pensaban los vecinos, y a ello achacaban esos extraños movimientos políticos que, entendían, pisoteaban sin sentido todos sus derechos. El mensaje oficial del equipo de gobierno socialista era el antedicho: garantizar la seguridad.

La estabilidad del terreno

Pedro Farias Arquer, profesor de la Facultad de Geología de la Universidad de Oviedo, como coautor del estudio geológico del terreno sobre el que se asienta El Muselín, fue muy claro ya en el mes de noviembre de 2011: «Si por argayos de este tipo se tiene que desalojar todo un barrio, habrá que hacer lo propio con media Asturias». El estudio fue encargado por el equipo de gobierno de Foro y ha seguido sus directrices. Los vecinos siguen en su lugar y, ahora, de llevarse a cabo los planes de Carmen Moriyón, se convertirán a medio plazo en un «barrio pintoresco». Las cosas han cambiado mucho en solo cuatro años y medio.