Asturias actualizará el protocolo contra el acoso escolar tras la muerte de una joven de Gijón
«Si no se localizan en los colegios, debemos buscar nuevas fórmulas de prevención. No podemos mirar a otro lado», dice el presidente del Principado
El suicidio de una joven de 20 años que en una nota manuscrita dijo haber sido víctima de acoso escolar obliga al Principado a reformular su protocolo de prevención. El presidente Adrián Barbón fue ayer claro y contundente: «Si en los colegios no ven, o no quieren ver situaciones de acoso, debemos activar otras fórmulas y reforzar los medios».
Aunque buena parte de los colegios e institutos tienen sus propios protocolos de detección y resolución de los casos de bullying, en Asturias la Consejería de Educación marca a los centros unas pautas «básicas y preceptivas». Una vez el problema se pone en conocimiento de la comunidad educativa, el procedimiento sigue tres fases, en cada una de las cuales se puede desestimar la denuncia: en la primera, tras la notificación, hay una reunión con la familia de la posible víctima; en una segunda se profundiza en los indicios y la adopción de medidas cautelares si fueran necesarias; y en la tercera se activa el plan de actuación, que incluye medidas correctivas.
«Trabajamos para que nuestros colegios sean espacios seguros, pero no siempre lo conseguimos. Y lo siento», explicó la consejera Lydia Espina. Lo cierto es que los expedientes abiertos han crecido un 30% en los cinco últimos cursos. Dijo la administración cuando se conoció este dato el pasado mes de febrero que si las cifras aumentan es porque hay una mayor vigilancia. Sea como fuere, lo cierto es que las cifras de denuncias son, efectivamente, cada vez más altas. Tanto, que han aumentado un 30% en los últimos cinco cursos en Asturias. Si en el 2017-2018 fueron 129 las denuncias, en 2021-2022 fueron 167. Hacer la comparativa con 2019-20 y con 2020-21 es más complicado, ya que esos dos años estuvieron marcados por la pandemia. En el último curso, de esos 167 expedientes, Educación concluyó que fueron 40 los casos «con evidencias de situación de acoso escolar». Son apenas un 24%. La situación más denunciada fueron las agresiones físicas y/o verbales (57), seguido de las amenazas, humillaciones e intimidaciones (50), ciberacoso (20), aislamiento del grupo (18), insultos homófonos, racistas o por cuestiones religiosas (6), intimidatorios de carácter sexual (4).
Investigaciones abiertas
Las circunstancias que rodean la muerte de la joven gijonesa está siendo investigada por la Policía Nacional. También el Principado ha abierto un expediente de investigación. La dirección del colegio la Asunción, centro en el que había estudiado la fallecida y aludido directamente en la nota manuscrita, dijo estar «a disposición» de la familia y las autoridades.
Ayer se sucedieron mensajes de repulsa a la situación que denunció la joven en su despedida. «Estoy triste, decepcionado y cabreado. No puede ser que el acoso escolar sea la causa de la muerte de una joven. Ni podemos ni debemos mirar para otro lado», expresó Barbón.
«Lamento y condeno las circunstancias que rodean la muerte de esta chica. Mando todo mi apoyo a su familia y a sus amigos», dijo la consejera Lydia Espina.
Y la alcaldesa Ana González calificó la muerte de la gijonesa como «un hecho terrible y lamentable. No hay acoso pequeño ni acción que pueda estar justificada. El acoso hace daño y produce un sufrimiento terrible». A su vez la regidora pidió a las autoridades una investigación que esclarezca los hechos.
El funeral por su eterno descanso se celebrará hoy a las cinco de la tarde en la iglesia parroquial del Corazón de María.