El certamen de pintura vecinal de Somió reunió a 75 niños en el museo Evaristo Valle
Diversión, imaginación y «fomentar las inquietudes artísticas que pueden surgir en cada rincón de este museo», es el objetivo del concurso que desde hace 24 años organiza la asociación de vecinos de esta parroquia gijonesa
Es el pistoletazo de salida previo a las fiestas de 'El Carmen' de Somió, el certamen de pintura que organiza la asociación vecinal. Diversión, imaginación y «fomentar las inquietudes artísticas en el entorno del Museo Evaristo Valle», es el objetivo de este concurso, explicó a EL COMERCIO, la presidenta, Soledad Lafuente. 24 años cumple este concurso que reunió a 75 niños. El sol, y sobre todo las risas y mucha imaginación acompañaron a los niños de entre 6 y 16 años, muchos acompañados por sus padres, que acudieron a los jardines que rodean al Museo Evaristo Valle para disfrutar del certamen de dibujo y pintura «Carmen de Somió 2024. »Les encantan dibujar y colorear en este precioso entorno. Y además nos cuentan que descubren rincones de este precioso museo con el que contamos en nuestra parroquia«, relató para este periódico, Lafuente.
Merienda especial: churros con chocolate
Tras elaborar unos preciosos diseños, cantar, sorprenderse, e incluso enfadarse porque alguno de los trazos no les salían bien, pero sobre todo, divertirse muchísimo, los niños que participaron en el concurso recibieron un diploma de participación, junto con un pequeño obsequio. Y posteriormente, antes de finalizar la jornada, llegó uno de los momentos más esperados por todos, en el parque rural de Don Pío, a escasos metros del museo. Todos los asistentes disfrutaron de una merienda en la que los protagonistas fueron los churros con chocolate. La aspiración de este certamen no es otra que la de «dar a conocer un museo tan importante como este, un valor que hemos de conservar», transmitió Lafuente. A través de las pinturas, los lienzos y los caballetes buscan inculcar en los niños y niñas el respeto y el cuidado por el museo, y la naturaleza.
La actividad, que volvió a contar con decenas de niños, en este caso 75, se inició en el año 2000 y desde entonces no ha parado de ganar adeptos. «Pueden ser socios de la asociación o pueden no serlo, pero la mayoría de los participantes son de Somió, que nos conocemos y que incluso cuando fueron ellos niños participaron y ahora vuelven con sobrinos, o hijos; siguiendo un poco así la tradición familiar», describió la presidenta de la asociación de vecinos 'San Julián' de Somió.
