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El Club de Regatas de Gijón pone el broche al verano con la concesión de sus insignias de oro
Celebró el día del socio con la entrega de ocho distinciones y la tradicional merienda de confraternización
El Real Club Astur de Regatas de Gijón puso ayer el broche a sus festejos veraniegos con la tradicional celebración del día del socio, una fecha señalada en el calendario de la entidad, en la cual se entregan las distinciones anuales a los socios que reciben la insignia de oro, que en esta ocasión fueron ocho.
Tras un periodo estival en el que el Club de Regatas acoge algunas fiestas y verbenas abiertas muy populares y concurridas, la de ayer tiene como especial que es de acceso exclusivo para los socios y que tiene como marco el histórico pabellón Santa Catalina. «Es una de las jornadas más emotivas del año porque es un homenaje a todos los socios», comentó el presidente de la entidad, José María Landa. «También es la más entrañable, porque reconocemos a los socios después de llevar toda la vida en el club», añadió.
Los actos comenzaron con una eucaristía, que estuvo acompañada, un año más, por el Coro de Voces de Cimadevilla. Tras la misa, tuvo lugar el acto de entrega de las insignias de Oro del Club de Regatas, una distinción que reconoce a los socios con cuarenta años de pertenencia a la entidad y los 80 de edad cumplidos.
En esta edición los miembros del Club de Regatas homenajeados fueron Fernando Adaro de Jove, hijo del histórico empresario impulsor de la Feria de Muestras Luis Adaro; el expresidente del Sporting Ángel García Flórez; Fernando Rodríguez González, el expresidente de la empresa pública Hunosa Luis Manuel Tejuca Suárez; Amadeo Suárez Homet; el arquitecto José Martínez Villaseñor; Vicente Figaredo Pérez y Ángel Reinares Martín.
Tras la imposición de las insignias, los homenajeados, sus familiares y el resto de los socios participaron en la tradicional merienda-cena de confraternización con la que el Club de Regatas cierra la temporada estival. Atrás quedaron actos tan señalados como la verbena del Carmen, que contó con la asistencia de una representación de los guardiamarinas del Juan Sebastián de Elcano, durante su estancia en Gijón.