Crimen del bebé de Nuevo Roces | La huida hacia adelante de Silvia
La Policía se entrevistó con la presunta asesina del bebé de Nuevo Roces nueve días antes de la detención. La joven actuó con naturalidad
PABLO SUÁREZ
GIJÓN.
Domingo, 14 de junio 2020, 01:44
Tras el análisis de las bolsas de basura y la coincidencia en las huellas dactilares, los investigadores de la Policía tuvieron clara la participación de Silvia A. M. en el crimen del bebé de Nuevo Roces. Los agentes descartaron entonces cualquier otra hipótesis y se centraron en recabar la mayor cantidad de información posible sobre la joven y su pareja, a la postre, el padre del recién nacido. El primer paso fue intervenir tanto los teléfonos de ambos como sus redes sociales, una operación que no hizo más que confirmar las sospechas de la Policía.
En el perfil que Silvia A. M. tenía en la plataforma YouTube, los investigadores encontraron un total de 1.002 vídeos marcados como favoritos. La mayoría de ellos giraban en torno a temáticas relacionadas con el parto, la preparación para el mismo y sus consecuencias. 'Formas de dar a luz en casa', 'Embarazos', 'Test de embarazo en directo', 'Nuestra experiencia en el parto' o 'Preparar el embarazo' son algunos de los títulos que figuran en el sumario del caso, al que ha tenido acceso en exclusiva EL COMERCIO. En base a esta información, la Policía confirmó sus sospechas: Silvia A. M., que aseguró, una vez detenida, no haber sido consciente de su embarazo hasta dos meses antes del parto, había dado a luz en casa y sin asistencia médica alguna. Un hecho que también despejaba las dudas sobre por qué, pese a haber revisado a conciencia todos los registros hospitalarios de los días previos al crimen, los agentes no habían encontrado ninguna mujer que coincidiese con el perfil de la madre del bebé.
Más noticias
Este análisis de los teléfonos y las redes sociales de los padres del bebé se complementa, a su vez, con un seguimiento presencial a la pareja, que días después de que fue hallado el cuerpo sin vida del neonato, se va de vacaciones al Levante español. Una vacaciones programadas con anterioridad al crimen y durante las cuales Silvia A. M., que hasta el momento no había mostrado excesivo interés por comentar lo ocurrido en los grupos de Whatsapp en los que había surgido el tema, pide a su mejor amiga que la mantenga al tanto de todo lo que se publique sobre la investigación. A la vuelta de ese viaje es cuando los investigadores de la Policía inician el seguimiento de ambos jóvenes, tal y como atestiguan las fotografías incluidas en el sumario del caso.
Viaje a León
Durante el tiempo en el que la Policía desarrolló el seguimiento, no se apreciaron en Silvia A. M. conductas nerviosas o que pudieran dar a entender cierta preocupación por la investigación de lo ocurrido. En contra de lo que suele ocurrir en este tipo de casos, la joven, que tal y como mantienen los investigadores había cosido a puñaladas a su hijo recién nacido, continuó con su vida normal sin que se registrasen apenas cambios en su día a día. Una aparente calma que comenzó a verse alterada cuando, el 12 de septiembre, nueve días antes de la detención de la pareja, en busca de una reacción de la que tirar, los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) decidieron entrevistarse con varios de los vecinos del bloque de edificios frente al que fue hallado el cadáver del bebé. Una de las personas con las que hablaron, de forma deliberada, fue Silvia A. M. Pese a que la joven mostró ante los agentes un comportamiento frío y aparentemente normal, el mismo que le ha caracterizado a lo largo de todo el proceso, los investigadores registraron movimientos anómalos en la pareja a raíz de ese encuentro.
De hecho, tal y como evidencia el análisis de los teléfonos, Silvia A. M. decidió ese mismo día poner tierra de por medio y emprender un viaje, no programado con anterioridad, a León. Desde esa fecha, la joven comenzó, quizás, a ser consciente de que la huida hacia adelante que había emprendido tras presuntamente asesinar a su hijo, iba tocando a su fin.