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Los 200 alumnos del colegio Rey Pelayo de Gijón no acudirán a su centro mañana ni durante, al menos, tres semanas. Serán reubicados en otros centros cercanos hasta que «podamos garantizar la seguridad» en su regreso. La consejera de Educación, Lydia Espina y la alcaldesa de Gijón, Ana González han acudido esta mañana al centro ubicado en la avenida de la Constitución tras el susto con el que ha amanecido el colegio gijonés por el hundimiento durante la noche del suelo de una de aulas de la planta baja, donde se imparten las clases de Infantil a los niños de tres años.
Ambas han querido trasladar un mensaje de «tranquilidad a toda la comunidad educativa» tras el incidente en el centro, cuyo informe técnico integral se espera en «unas tres semanas». Durante ese tiempo, los escolares acudirán a otros centros próximos al Rey Pelayo.
La titular de Educación ha incidido en que tratarán de dar información cuanto antes de los pasos a seguir y de la intervención en el colegio. Ha apuntado también que hay plazas públicas suficientes para reubicar a los alumnos y ya se están estudiando las opciones. Espina ha remarcado que esto es «una emergencia», por lo que no se puede generalizar que haya un problema en los colegios asturianos.
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Por su parte, Ana González ha apuntado que «las primeras estimaciones de los técnicos apuntan a que los daños se concentran en el aula» y nos trascienden al resto del colegio. La regidora gijonesa ha dicho que habrá que esperar a ver lo que dicen los informes para ver si hay mas daños o si es seguro el centro. «No teníamos ninguna información de que pudiera suceder», ha sostenido.
Ha explicado, en este sentido, que el informe se va dividir en dos fases, una primera del aula afectada y su entorno, que se espera conocer a principios de la semana que viene, y luego otras de todo el centro.
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González ha apuntado que hasta que no se tengan los resultados de ese informe no se podrán tomar decisiones de actuación ni los plazos de la intervención correspondiente.
Ha recordado, al tiempo, que el Rey Pelayo es uno de los cinco colegios propuestos para una reforma integral con cargo a fondos europeos, aunque ahora hay que actuar «ante esta emergencia», ha remarcado.
Eso sí, ha desligado este proyecto de lo que ha ocurrido. Ha incidido en que es un colegio que se inauguró en 1968 y necesitaba una mejora integral, de ahí que fuera uno de los cinco seleccionados para optar a fondos europeos. De esta convocatoria, dos colegios ya han sido aceptados y falta una segunda fase en la que va el C.P. Rey Pelayo.
Asimismo, la alcaldesa ha preferido no avanzar las primeras valoraciones de la observación de la zona afectada. Hasta que no se tenga el informe total, ha insistido en que no se podrá tomar decisiones de cara a la intervención en el centro.
«Que nadie tenga la más menor duda que la vuelta a las aulas será con las máximas seguridades», ha querido dejar claro la alcaldesa gijonesa.
El hundimiento se produjo durante la madrugada, cuando el centro estaba cerrado, por lo que no hubo que lamentar víctimas. Según Carla Gallego, directora de la AMPA, «el alumnado y los padres se enteraron a la hora de entrar en clase», por lo que muchos de ellos regresaron a sus casas junto a sus familiares. Otros alumnos que, por causas laborales de los padres tuvieron que quedarse en el colegio, permanecieron en el patio a cargo de varios profesores. Según Gallego, sobre las 10 de la mañana todos los escolares habían abandonado el centro.
Pilar Álvarez, directora del colegio ubicado en la avenida de la Constitución, ha llamado a la tranquilidad ya que, tal y como aseguró, el hundimiento «es más aparatoso que peligroso». Inevitable es recordar el trágico derrumbe en el colegio San Vicente de Paúl hace un año en el que fallecieron dos trabajadores aunque en este caso, según zanja la directora del Rey Pelayo, «no tiene nada que ver con lo que nos ha pasado a nosotros». «Por suerte fue durante la noche y no hay que lamentar daños personales, que es lo que más nos preocupaba», detalla.
Todas las familias han sido avisadas y «han entendido que se trata de un accidente y han agradecido la rápida actuación», aunque aún se desconoce si el centro escolar podrá abrir sus puertas mañana y retomar las clases. Todo dependerá de la valoración de los técnicos.
El centro alberga a 200 estudiantes y el aula afectada cuenta con diez alumnos de tres años.
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