«La diabetes tipo 2 está creciendo de forma exponencial debido a la obesidad»
«La alimentación es un elemento principal en nuestra salud. Debería incidirse desde pequeños en la necesidad de llevar una dieta saludable»
Toda la trayectoria profesional de María Riestra (Noreña, 1982) se ha desarrollado en el Hospital Universitario de Cabueñes. Desde junio es la jefa del servicio ... de Endocrinología y Nutrición, un servicio que en el último año ha conseguido rebajar la demora media de las consultas –ahora está en dos meses– pese a haber visto incrementada de forma notable su carga de trabajo. En esta entrevista actualiza los datos sobre la diabetes, con motivo del Día Mundial de la enfermedad, el pasado jueves, y habla de los proyectos que tienen en marcha en el Área V.
–Acaba de ser el Día Mundial de la Diabetes. ¿Cuál es la prevalencia de esta enfermedad?
–El 14% de la población padece diabetes tipo 2, pero la mitad lo desconoce, lo cual a la larga es un problema de salud porque, al diagnóstico, muchos ya tienen complicaciones asociadas.
–¿Aumenta el número de casos?
–Sí. Es una enfermedad superprevalente que va a asociada a la edad pero también a factores de riesgo como la obesidad o el sedentarismo. Está aumentando exponencialmente sobre todo por el aumento de la obesidad.
–¿Y qué sucede con la diabetes tipo 1?
–Es muchísimo menos frecuente. De todas las personas con diabetes, menos del 10% tienen diabetes tipo 1. Curiosamente lo que se ha visto este año es que la incidencia ha disminuido.
–¿Y eso a qué se achaca?
–Bueno, hay varias hipótesis. Uno de sus desencadenantes son las infecciones víricas. Al haber mejorado la vacunación del virus respiratorio sincitial, se cree que puede ser una de las causas de que estemos empezando a ver menos incidencia de diabetes tipo 1. Habrá que verlo con el tiempo...
–¿Entonces, ampliando la vacunación se evitarían casos de diabetes tipo 1?
–Es una hipótesis, pero sí, podría ser que la vacunación supusiera cierta prevención.
–El diagnóstico precoz de la enfermedad es fundamental, pero ¿se está consiguiendo?
–El problema es que las personas jóvenes tienden a ir menos al médico, no se hacen un chequeo todos los años como las personas mayores. No suelen consultar hasta que aparecen complicaciones o aparece clínica.
–¿Cuál es la recomendación?
–A partir de los 45 años se aconseja hacer un cribado de diabetes. Es una analítica de sangre normal.
–Este año el Día Mundial hacía incidencia en la diabetes y el bienestar de los pacientes...
–Una enfermedad crónica conlleva muchas veces una carga mental asociada. En el caso de la diabetes tipo 1, nosotros tenemos un programa psicológico de enlace al que se deriva a todas las personas, tanto niños como adultos, en el momento del debut y en los momentos en que se considera que necesitan más apoyo. El paciente lo considera muy útil para su día a día. Y a nivel de control metabólico se ven mejoras.
–¿Los pacientes con diabetes tipo 2 no disponen de esa atención?
–Por el volumen de pacientes, en este momento no es posibles.
–En cuanto a los tratamientos farmacológicos ¿hay novedades?
–Estamos viviendo un buen momento, con un desarrollo exponencial de fármacos en los últimos años.
–Dice que la alimentación es un tratamiento más para la salud...
–El principal. Es algo en lo que se debería incidir desde pequeños: educar en la importancia de incorporar una dieta saludable .Y ahí, la mediterránea es la que más evidencia tiene.
–Pues, al precio que se están poniendo los alimentos frescos o el aceite de oliva, lo de llevar una dieta saludable igual está solo al alcance de las rentas más altas.
–La alimentación tiene un componente cultural y social pero también económico. Está demostrado que un nivel socioeconómico bajo está asociado a una mayor mortalidad, mayor enfermedad cardiovascular y mayor diabetes tipo 2. Sin duda es algo que tiene repercusiones en la salud.
–Oficialmente lleva desde junio como jefa de Endocrino pero casi un año más de forma interina. ¿Qué ha priorizado?
–Estamos intentando diferenciarnos por áreas, con una subespecialización mayor. Eso supone que el profesional esté más formado y que el paciente tenga un seguimiento y un tratamiento más específicos.
–¿Qué consultas monográficas tiene ahora mismo el servicio?
–Lípidos; nutrición clínica (para problemas asociados a la desnutrición), diabetes tipo 1, nódulo tiroideo, gestantes, tumores neuroendocrinos, tecnología y diabetes tipo 1 (para bombas de insulina) y semanalmente hacemos una consulta de recuperación intensificada de la cirugía del adulto, un servicio de prehabilitación al paciente que va a ser sometido a una intervención quirúrgica mayor, en lo tocante a nutrición.
Mayor carga de trabajo
–Con respecto al año pasado veo que han incrementado carga de trabajo, pero al mismo tiempo han rebajado la demora media.
–Sí. En primeras consultas, en septiembre llevábamos atendidas 2.672, casi trescientas más que el año anterior. Y la demora media bajó en once días, de 73 días a 62. Además, ha aumentado casi un 20% el número de pacientes ingresados que vemos, porque Cabueñes ha aumentado mucho el número de intervenciones y en el postoperatorio hay muchas personas que necesitan un soporte nutricional.
–¿Aumentó también la plantilla? ¿Cuántos facultativos son?
–Hubo un aumento de la plantilla orgánica en 2021. Ahora somos nueve. A eso hay que sumar los dos endocrinos que hay en Jove. Y que desde 2020 tenemos residentes propios .
–¿Y cómo, con más trabajo, han bajado los tiempos de espera?
–Se han abierto más consultas y se han abierto también algunas agendas por la tarde.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión