Ver fotos
«El 'Elogio' representa un cambio que nos invita a avanzar»
La alcaldesa califica la obra de Chillida como un símbolo de esperanza que se necesita «arreglar y actualizar para que luzca en todo su esplendor»
SUSANA D. TEJEDOR
GIJÓN.
Miércoles, 10 de junio 2020, 01:28
La impronta de Eduardo Chillida sobrevoló ayer el 'Elogio del Horizonte' con especial intensidad en la celebración del 30 aniversario de su emblemática escultura. «Esta obra, en cierta medida, es parte de nuestra familia, casi como un hermano que va a cumplir años, y tenía que venir a su cumpleaños». Son palabras de Luis Chillida, pronunciadas pensando en su padre, fallecido en 2002. «Es un placer y un honor estar aquí», resaltó emocionado de «ver que la obra en todo este tiempo se ha ido haciendo con el cariño de la gente».
Un tiempo que, como dijo la alcaldesa, Ana González, «nos invita a avanzar porque el 'Elogio' representa un cambio en Gijón». Así lo destacó: «Nace en un momento de convulsión social y económica, como ocurre ahora. Entonces fuimos capaces de incorporar ese símbolo de un horizonte que significa siempre esperanza, poder construir posibilidades». En aquella época, prosiguió, «fue capaz de definir un modelo de ciudad que se convirtió en símbolo y ejemplo, de la misma manera que el 'Elogio del Horizonte' también lo es».
La escultura, relató, «cuenta treinta años de la ciudad y nos retrata en el tiempo. Es importante volver y recorrer nuestra historia. Regresar a 1990 es esencial para dar un salto hacia adelante». Esa época, añadió, supuso un extraordinario cambio en Gijón orquestado desde la propia urbe con el objetivo de «repensarnos de otra manera».
Noticia Relacionada
'Elogio del Horizonte', origen de un hito
Mirar y ser mirado
Por ello, concluyó que la pieza «es un símbolo de un horizonte doble: de los que miramos de aquí al mar y de quienes nos miran desde él. Es un abrazo de hospitalidad y acogida».En un plano más artístico, señaló que «lo más sorprendente de esta obra es que cobró vida y llegó a generar cosas imprevistas, como que el sonido del mar retumbe dentro de ella». En su intervención, en pleno Cerro, Ana González mostró su agradecimiento al séptimo de los ocho hijos del escultor por acudir a la cita. Luis Chillida, que preside la Fundación Eduardo Chillida-Pilar Belzunce, comenzó por viajar en el tiempo. «Tuve la suerte de estar cerca mientras se gestó la obra, y disfrutar de lo que mi padre tenía en la cabeza», anotó.
Él, rememoró, era una persona que siempre estaba buscando la ubicación de una obra, «ya que una escultura se relaciona con todo su entorno. El haber encontrado este lugar fue para él una grandísima alegría porque se dio cuenta de que era posible hacer aquí, en este lugar, lo que tenía en su mente». Un proyecto que nació como encargo del Gobierno francés para conmemorar el segundo aniversario de la Revolución Francesa, pero, una vez concebido, carecía de la atalaya adecuada en la costa gala.
«No me olvidaré de la primera vez que mi padre vino y se acercó a este entorno y vio que era el lugar idóneo. Siempre buscaba el espacio perfecto y aquí lo encontró, un sitio con unas proporciones determinadas que eran las que él quería y necesitaba», detalló.
El hijo del escultor vasco más universal consideró «emocionante comprobar que después de 30 años, la gente lo disfruta. Para él era una obra muy especial, que llegó a su vida en una etapa en la que se sentía más maduro. Mi padre siempre estuvo muy atento a ese horizonte, que era esa patria que todos los hombres tenemos en común», remachó.
Exposición hasta septiembre
La alcaldesa reconoció que los años han dejado señales en la estructura del 'Elogio' y «queremos arreglar y actualizar la obra para que luzca en todo su esplendor». No obstante, reconoció que la operación enmarcada en el proyecto europeo InnovaConcrete va a ser «compleja».
En el acto, al que acudieron, además, el concejal de Educación y Cultura, Alberto Ferrao, y el director de la Fundación Municipal de Cultura, Miguel Barrero, se presentó la exposición 'Elogio del Horizonte. Mirando al futuro', comisariada por Luis Miguel Piñera y Héctor Blanco, y desplegada a unos metros del 'Elogio' con la colaboración de la Fundación Princesa de Asturias.
La muestra está distribuida en 14 paneles con imágenes Jesús Uriarte, fotógrafo de cabecera de Chillida, y Juan Carlos Tuero, colaborador de EL COMERCIO, y textos explicativos, estructurados en dos partes: 'Treinta años del Elogio del Horizonte' y 'Elogio de Gijón'.
La primera parte se centra en la escultura propiamente dicha, profundizando en la figura del artista y el proceso de creación del 'Elogio del Horizonte', desde la nave de Oyarzun, donde se levantó a tamaño natural en poliespan, hasta su privilegiado enclave. Tal y como señaló Héctor Blanco, «es muy importante pensar en el proceso de recuperación del Cerro para enmarcar la obra en un contexto tanto histórico como urbano». Blanco se ha encargado de plasmar las primeras reflexiones y trabajos del artista en el estudio, su encuentro con el espacio, la construcción, el montaje y la instalación final en el cerro de Santa Catalina.
«La celebración es doble porque hace treinta años se inauguró el parque, que va de la mano de la obra del escultor, y también se iniciaron las obras de otro espacio muy importante en la ciudad: el parque de Los Pericones», reseñó sobre una época en la cual en Gijón «apenas había zonas verdes».
En el segundo bloque se repasa la profunda transformación de Gijón estos últimos treinta años. Urbanística, medioambiental, cultural, deportiva y social. Luis Miguel Piñera fue quien reseñó toda una época. «Hace poco vi, de nuevo, la película 'Volver a empezar', en donde aparece un Gijón que nos parecía guapísimo. Sigue siendo una excelente película, pero ahora nos damos cuenta de que era una ciudad muy mejorable. Por ello hemos tratado de reflejar esos cambios en esta exposición: en la cultura, en el deporte popular, en el traslado de las facultades al campus, en el parque tecnológico y la Milla del Conocimiento...». En el último panel, 'La calle no se calla', se reflejan la protestas de este período, como la de ayer. «Gijón es una ciudad muy asociativa y siempre ha salido a la calle», alabó. Catorce paneles que contextualizan con tino los 30 años de historia del 'Elogio'. Será hasta el 1 de septiembre.
Más información