«Si se encuentra con una foca, no la moleste. Llame al 112»

A la costa asturiana llegan al año unos treinta o cuarenta ejemplares de foca, pero no todas precisan ser rescatadas y tratadas. En 2022 fue necesario intervenir en diez casos, precisó David Villar, director general de Medio Natural y Planificación Rural y responsable de la Red de Varamientos del Principado. Por eso, la recomendación, en caso de que uno se tope con una foca en una zona de pedrero es clara: «No la moleste» -porque lo más probable es que esté descansando, aprovechando para «recuperar vitamina D y un poco de peso»- y, siempre, «llamar al 112» para que sean los expertos quienes decidan qué hacer.

Villar aconseja refrenar ese primer impulso de tratar de ayudar a una foca a volver a la mar: «Tienen una dentellada mayor que un perro. Son animales silvestres a los que hay que dejar tranquilos». Además, los cetáceos presentan «patógenos y microbios en su piel» que obligan a manipularlos «siempre con guantes y con mucha precaución».

Lo más habitual es que los expertos de la Red de Varamientos tan solo tengan que intervenir para liberarlas de algún aparejo o plástico que dificulta su movilidad. Es algo que se hace en la mayoría de los casos en la misma playa.