Enfermería aplaude el traslado a la Laboral: «La facultad se nos queda cada vez más pequeña»
Profesores y alumnos destacan la ventaja de contar con espacios más amplios en un entorno que «dará calidad a la vida universitaria»
El decano de la Facultad de Enfermería de Gijón lo tiene claro. Asegura Fernando Alonso que profesorado y alumnado saldrán ganando con el traslado a ... la Universidad Laboral, donde el centro verá más que duplicada la superficie actual –«lo que nos permitirá potenciar áreas como simulación clínica, aprovechar mejor los espacios y tener más versatilidad»– y eso sin salir de la Milla del Conocimiento y sin alejarse demasiado del Hospital de Cabueñes, donde su alumnado realiza fundamentalmente sus prácticas clínicas y del que se nutre de profesionales que son también profesores de la facultad.
El de la falta de espacio en un edificio estrenado en 1993 que ya no responde a las necesidades docentes actuales del grado de Enfermería es un argumento que comparten profesorado y alumnado. «Esto se nos queda cada vez más pequeño. El numero de alumnos, por suerte, no deja de aumentar porque el mercado laboral demanda cada vez más enfermeras», dice Marta González Pajares, antigua alumna y actual profesora (es la responsable del área de simulación). Con el cambio a la Laboral se ganará espacio y se dispondrá de salas más amplias. Habrá, da por seguro González llevando la argumentación a su terreno, «más opciones de poder hacer simulación, que tan de moda está pero tan necesaria es. Aquí necesitamos más espacio para que los alumnos puedan estar en la sala de briefing viendo cómo los otros compañeros hacen los casos y puedan hablar sobre ellos».
Por su parte, María González, profesora de Fundamentos de Enfermería, apunta como otra ventaja la «mejora en la vida universitaria y académica de los estudiantes» que, en la Universidad Laboral, donde ya está radicada la Facultad Jovellanos, «se podrán familiarizar con otros grados» de la Universidad de Oviedo. En cuanto a las instalaciones, opina que la propuesta de ocupar la planta baja de la antigua residencia estudiantil «será genial para los alumnos y también para los profesores, que seguro que podremos hacer muchas más tareas innovadoras y de vanguardia. Tendremos más espacios, más aulas para poder dividir en grupos más pequeños, más flexibilidad para hacer más cosas...», enumera.
«Yendo y viniendo»
Esa integración en el campus es quizá lo más destacado por un alumnado que, a decir de algunos estudiantes, se siente «un poco al margen» del resto de universitarios de Gijón. Desde hace unos años, por la falta de espacio, durante un cuatrimestre los alumnos de primero y segundo de Enfermería dan clase en una de las salas de que dispone Recrea en la Laboral. Es la ocasión que tienen muchos de conocer ese ambiente universitario que a Inés Álvarez, alumna de primero, tanto le gustó. «Pero si tienes asignaturas de distintos cursos es complicado tener que estar yendo y viniendo», anota Madeleine Farpón, alumna de tercero. Además, «aquí tenemos tres clases para cuatro cursos. Estamos muy apretados», anota Daniela Iglesias, de tercero.
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