El entorno de la estación de Gijón, con seis edificios y un hotel

La idea del gobierno local, adelantada desde hace meses por la alcaldesa, es sacrificar todas las torres cuya construcción estaba prevista en el plan especial de Jerónimo Junquera para el conjunto de los terrenos liberados.

En aras de la configuración de un nuevo modelo urbano supuestamente más sostenible se suprimirá la torre Campanile de 20 plantas que se había diseñado como edificio hito, con carácter escultórico, para rematar el bulevar comercial de El Humedal. Seguirá siendo el bloque residencial más alto de la calle cubierta acristalada que se pretende construir en el 'solarón', pero con una merma sensible de alturas. Los técnicos municipales le han quitado 14 plantas a la torre para reconvertirla en un edificio al uso de seis plantas aunque ligeramente más alto que el resto, ya que los cinco inmuebles más cercanos al centro tendrán todos cinco plantas. El proyecto de urbanización modificado para ese ámbito que coincide con las parcelas del parque del Tren de la Libertad (entre la iglesia de San José y el Museo del Ferrocarril) ya refleja ese significativo cambio del que ya están al corriente los otros dos socios del Ayuntamiento en Gijón al Norte: el Principado y el Ministerio de Transporte.

Con la pérdida de la única torre del 'solarón', las 400 viviendas previstas para ese ámbito menguarán también. Los cuatro edificios más próximos a la iglesia de San José seguirán sumando 211 viviendas, pero cambian las previsiones para los dos bloques en la galería comercial más próximos al Museo del Ferrocarril y a la sede de UGT que contenían 175 viviendas, pero con el remate urbanístico de la torre. Ahora habrá que recalcular los pisos resultantes en la calle cubierta y encargar una nueva tasación de las parcelas con estos nuevos ajustes en materia de edificabilidad.

Al margen de los cambios que se han realizado en los viales del ámbito que va a ser urbanizado para aumentar en 5.000 metros cuadrados las zonas verdes e incrementar los itinerarios peatonales, el equipo de gobierno tiene que ver cómo se solventa el condicionante que establece el Plan General de Ordenación (PGO) de que se necesita crear un corredor acristalado para encajar toda esta edificación.

Según explicó el director general de Urbanismo, Gonzalo Canga, la edificabilidad amputada a la torre Campanile se trasladará a la zona de aprovechamiento urbanístico del plan de vías comprendida entre el Museo del Ferrocarril y Moreda. Y por ese motivo en el entorno más próximo a la futura estación intermodal, donde el 'plan Junquera' prevé actualmente la construcción de seis torres con una altura media de bajo más 25 plantas, se proyecta ahora edificar siete bloques residenciales, pero mucho más bajos y alargados. El mayor de ellos tendrá 13 plantas y el menor seis.

Cuatro de los bloques se ubicarán alineados donde estaban proyectadas las torres, después del Museo del Ferrocarril, y otros tres en frente agrupados en el borde más próximo a Sanz Crespo. Y en mitad de ambos grupos de bloques se dispondrá un gran corredor verde que conectará Moreda con el centro urbano.

Seis plantas tendrá el hotel que se mantendrá en la zona y que sustituirá a la torre en forma de espiral de 23 plantas que diseñó el arquitecto Alejandro Zaera para el Grupo Masaveu hace quince años. Será un edificio alargado paralelo a los edificios de Poniente, que tienen diez alturas.

La eliminación del modelo edificatorio de las torres, y su traslación a los compromisos del nuevo convenio forma parte de las bazas que está jugando la alcaldesa Ana González para tratar de atraer a su causa (recuperar la estación intermodal en Moreda) a algunos de los grupos de la oposición, pero al mismo tiempo busca también contentar al movimiento vecinal gijonés. A nadie se le escapa que es una ruptura con la postura a favor de la edificación en altura que defendió el PSOE cuando se aprobó el 'plan Junquera' en la etapa de Paz Fernández Felgueroso como alcaldesa y de Pedro Sanjurjo como edil de Urbanismo. En cualquier caso, la modificación del plan especial vigente, que ya se intentó contratar sin éxito en la última etapa de gobierno de Foro, conlleva una tramitación larga. Como mínimo de dos años.

La regidora asegura que estos cambios en el diseño urbanístico del plan de vías garantizan una nueva ordenación más sostenible y una mejor integración de la estación intermodal. Esta revisión del plan especial también conlleva, además de la reordenación global de la edificabilidad, una redistribución de las dotaciones públicas y una redefinición del esquema viario previsto en el que gana mayor protagonismo Sanz Crespo como vial que penetrará hasta la calle Álvarez Garaya.

González remarcó ayer que esta nueva propuesta «pone de manifiesto el compromiso de este gobierno local de trabajar en Gijón y no anclarse en caprichos de nadie».