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G. MAESE
GIJÓN.
Lunes, 19 de octubre 2020, 01:21
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Nunca dejó de sonreír. Siempre lo hacía porque hablamos de una persona que destacaba por su simpatía y su carácter cantarín. Corrían los años 80 cuando, así lo recuerdan sus amigos, ponía al autobús a cantar de camino a Candás y al Descenso Internacional del Sella. Amplio repertorio en el que no faltaban nunca canciones italianas. Haciendo honor a su afinada voz, pasada su juventud fue tenor en el Coro de la Inmaculada, donde también cosechó éxitos en su juventud en el equipo de baloncesto. La planta, nada despreciable, acompañaba: 1,92. Y ojos azules: «Era guapísimo, llamaba la atención», resaltaban quienes le conocían, que no eran pocos. Fue relaciones públicas del Oasis y del Comix, en La Providencia. «Era un donjuán, una persona muy cariñosa y un muy buen amigo», recuerda Falo San Juan.
Adriano Sánchez García falleció ayer a sus 63 años víctima de un cáncer de pulmón. En los últimos meses había sufrido también una neumonía. «Su legado más importante son las ganas de vivir y la simpatía que siempre derrochaba», asegura Alejandro, su único hijo.
Adriano era incansable, entusiasta y entregado a su familia. Una persona honesta y buena, un buen padre y hermano. Su familia llora desde ayer la pérdida de un pilar para la familia.
Prejubilado de Ornalux, dedicó muchas mañanas a pasear por la ciudad y por la zona rural. El paseo del Muro, su zona favorita. Durante el verano era un asiduo del Club de Regatas. «Se hacía querer, era muy simpático», recuerdan en el club. También se dejaba ver por Deva, allí llegaba a pie por la senda del Peñafrancia. «Le prestaba mucho llegar allí y tomar el aperitivo en Casa Yoli o El Chabolu», rememoraban ayer sus familiares.
Los restos mortales de Adriano Sánchez se velaban ayer en la sala 7 del Tanatorio de Cabueñes. El funeral de cuerpo presente en su memoria tendrá lugar esta tarde, a las seis, en la iglesia de los Capuchinos. Posteriormente, sus restos mortales serán incinerados.
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