«Es una suerte trabajar por Gijón, es una alegría y un reto que me motivan»

La figura de 'Floro' ha logrado uno de esos consensos políticos que ahora escasean: todos los grupos municipales acordaron darle la Medalla de Plata de la villa. Él, repitió lo que dice en casi todas las entrevistas: «Siento el cariño de Gijón todo el tiempo».

No toca todavía hablar de programa electoral, de hecho, los compromisos está previsto que salgan de la conferencia política que se está preparando para finales de otoño. Pero sí de las líneas generales de qué tipo de ciudad quiere. «Centrarme en las personas, porque la ciudad la tenemos que construir entre todos y en todas las esquinas». Para Luis Manuel Flórez «si se tiene ganas de construir la ciudad, se construye».

Su perfil es independiente. Y aunque su ubicación ideológica sea progresista, no es afiliado al PSOE, ni lo ha sido a otro partido. Lo que sí ha hecho, como recordaba ayer charlando con este diario es que «ya estuve en otras áreas, pero ahora me gustaría trabajar por Gijón, porque le debo mucho a esta ciudad».

No oculta que es langreano de nacimiento, pero también que su ciudad de siempre, de toda la vida, ha sido Gijón. De hecho, con tono jovial, recalca que «tengo mucha ilusión puesta en trabajar por Gijón».

A pesar de todo ello, no ha sido fácil convencerle. Él ya estuvo en las quinielas en comicios anteriores y finalmente nunca llegó a dar el paso. Esta vez sí, no sin haberle dado bastantes vueltas a la decisión los últimos días. «Es de agradecer a las personas que hayan pensado en mi».

Porque, en la conversación con EL COMERCIO, lo que más repite son las ganas de ponerse manos a la obra, «menos lo procedimental que eso no es cosa mía y eso ya son asuntos de partido». Se refiere a que desde hoy tiene que oficializar la candidatura. El plazo acaba mañana. Después vendrá la fase de recogida de avales. Necesita el apoyo del 12%de la militancia como mínimo y el 15% como máximo. Dado que no es militante, tendría que firmar un documento en el que se adhiere a los principios ideológicos que defiende el PSOE. A partir de aquí puede haber dos escenarios. Si no hubiera más candidatos, sería proclamado oficialmente de facto. En caso contrario, se iniciaría una campaña que desembocaría en una votación el domingo 9 de octubre.

«Me han sacado de mi nivel de confort», bromeaba ayer, «pero hacerlo para trabajar por Gijón es una alegría tremenda», insistía.

Probablemente aún, a pesar de la experiencia, no es del todo consciente de cuánto cambiará todo los próximos meses máxime cuando viene será el candidato del PSOE tras un proceso que ha roto el partido, y que actualmente se encuentra en fase de recomponerse para llegar lo menos desunido posible a la cita del 28 de mayo.