«La curva del accidente es complicada y con poca visibilidad», dicen en Cenero

«Nunca había pasado nada tan grave como esta vez, pero por aquí hay que ir despacio porque puedes llevar algún susto...», dicen usuarios de la vía, a unos 500 metros de la Abadía, donde ayer al mediodía los operarios retiraban el cartel luminoso que anunciaba las fiestas, que quedaron abruptamente suspendidas nada más conocerse el fatal desenlace de los dos grupos de jóvenes que viajaban en ambos coches. Todos ellos eran vecinos de las parroquias de Monteana (el fallecido) y de Cenero.

«Empezó a correr la noticia por la romería y bastante gente fue hasta el sitio del accidente para ayudar, ya nos enteramos de quién era el chico, es una desgracia tremenda», aciertan a decir los vecinos, que tratan de reponerse de la desgracia que hizo enmudecer el vecindario.

Era la noche de mayor afluencia, con música y una costillada que había atraído a cientos de personas de toda la zona. Poco después de la medianoche la alegría se tornó en luto en cuestión de segundos. Cenero se llenó de ambulancias, patrullas de la Guardia Civil y familiares que acudían desesperados para obtener alguna información de los jóvenes afectados en el grave siniestro.

Dos de los heridos más graves continúan ingresados en el hospital, recuperándose de las lesiones. Su vida está, a priori, fuera de peligro. Sus familiares y amigos les arropan para que intenten superar el funesto episodio que les ha tocado vivir.