Gijón Impulsa premia la colaboración en «un ecosistema innovador»
«Somos una ciudad que ofrece oportunidades, posibilidades de trabajo y de seguir creciendo a las empresas», asegura la alcaldesa, Ana González
EVA FANJUL
GIJÓN.
Jueves, 10 de diciembre 2020
«Saber colaborar es una de las claves del éxito de la ciudad de Gijón y de sus empresas», afirmó ayer la alcaldesa Ana González en la gala de entrega de la XVI edición de los premios Gijón Impulsa. Una colaboración a la que los galardonados hicieron referencia durante un acto, presentado por Pachi Poncela, sin público y adaptado a las circunstancias marcadas por la pandemia. En esta ocasión, los premios reconocieron la apuesta por la innovación de las empresas, pero también a profesionales vinculados al ámbito de la cultura, como la galerista Gema Llamazares, Mejor Mujer Empresaria.
Unos galardones que «visibilizan el potencial innovador y la capacidad de emprendimiento de nuestra comunidad autónoma y al mismo tiempo son un escaparate para mostrar una Asturias moderna creativa y con vocación de liderazgo y la adaptación a las transformaciones de los mercados globales», destacó en la apertura del acto el consejero de Industria, Empleo y Promoción Económica, Enrique Fernández.
Gijón ofrece a las empresas «posibilidades, oportunidades de trabajo, de relación con la Universidad y, por tanto, de seguir creciendo. También, una buena formación profesional para alimentarse», destacó la regidora. El concejo ha sabido generar «un buen ecosistema empresarial a través de Impulsa y del Parque Científico Tecnológico, que ayuda a esa colaboración y que hacen más atractivo el trabajar aquí», destacó.
El epicentro de ese ecosistema se encuentra en la Milla del Conocimiento Margarita Salas. Un espacio a la que la exministra, científica, empresaria y presidenta de la Fundación Cotec para la Innovación, Cristina Garmendia, dedicó palabras de elogio, durante su intervención telemática. «La pandemia ha situado a la ciencia en el pilar que le corresponde, pero también ha conseguido llevar la reflexión de la importancia de la ciencia a la ciudadanía», afirmó Garmendia. Algo muy importante para la presidenta de Cotec ya que «es muy difícil que la política defienda un pilar que la sociedad, en general no solicita. Ahora yo creo que la sociedad está preparada para entender el valor que tiene la ciencia y desde luego es un instrumento imprescindible para darnos soluciones», recalcó.
Esa trascendencia trasciende «al fin», a los presupuestos del Estado. España prevé incrementar un 59% su inversión en ciencia, innovación y desarrollo, con el apoyo de la Unión Europea. Unos presupuestos «históricos», después de «mucho retraso, porque en los últimos años nos veníamos recuperando, pero lo hacíamos de espaldas al conocimiento. Y ojalá hayamos aprendido que este no es el modelo que necesita nuestro país», explicó Garmendia. Pero más allá del presupuesto, «tenemos que ser capaces de organizar mejor nuestras capacidades científicas, tecnológicas y el sistema de innovación para pedirles que contribuyan al impacto social y económico del país», añadió. Y Gijón, «tiene esas capacidades conectadas y hay una voluntad política de hacerlo más eficiente», subrayó.
En este sentido, «el dinero es muy importante, no podemos negarlo. Necesitamos fondos para poder invertir en ciencia y en innovación pero necesitamos gastarlos bien», reconoció Ana González. Para ello se hace imprescindible contar con «un proyecto, un modelo, una iniciativa que nos permita invertir correctamente esos fondos», recordó. En este contexto, el programa Impulsa «es un buen ejemplo, del apoyo a la innovación empresarial, pero también a la investigación, a que nuestras empresas incorporen la investigación como elemento para esa innovación». incidió.
Ahora, la intención es trasladar lo que es Impulsa al Ayuntamiento «porque creemos que, como administración, también tenemos que ponernos a innovar», manifestó González. Gijón destina unos 7 millones de euros al año a innovación, repartidos entre el programa Impulsa, las ayudas a las empresas y los premios, entre otras acciones. «Es una cantidad todavía pequeña porque tenemos que es verdad convertir la innovación y la ciencia en columna vertebral también en la administración local», declaró la alcaldesa. Un propósito que sigue la definición que la fundación Cotec hace de la innovación como «proceso continuado de mejora en todos los aspectos. Por lo tanto todo nuestro presupuesto debe tener una perspectiva innovadora», destacó. De hecho, el objetivo es ampliar el Parque Científico Tecnológico «necesitamos que crezca, hay empresas esperando», apuntó.
Innovación y salud
El premio a la Mejor Empresa de la Milla del Conocimiento Margarita Salas lo recogió Marián García, CEO y fundadora de I4Life Innovación y Desarrollos, especializada en la búsqueda de soluciones tecnológicas orientadas al mundo de la salud y el cuidado de personas mayores. Entre sus productos destaca un «bastón inteligente» dotado de sistemas de geolocalización. En estos momentos, trabajan en «una funda de teléfono medicalizada, que permitirá hacer seguimiento de pacientes aislados por covid», explicó García.
El premio a la Mejor Empresa Cultural y Creativa fue para Red Door Lab. Esta empresa está al frente del Centro Maker de Cristasa y durante los primeros meses de la pandemia contribuyó a la fabricación de pantallas de protección facial. «La comunidad maker no es otra cosa que un montón de personas inquietas, que gracias a la democratización de las tecnologías y herramientas de impresión 3D y cortes láser son capaces de fabricar sus ideas», explica Fran Flórez, socio fundador de Red Door Lab. Además de la fabricación, en estos momentos trabajan en un proyecto educativo para desarrollar 'scaperooms' (juegos de escape) para niños.
En la categoría de Economía Azul se reconoce la trayectoria de Neoalgae en el desarrollo de todo tipo de productos a partir del cultivo de microalgas. La empresa creada por Fidel Delgado e Ignacio Albert cultiva diferentes tipos de microalgas dentro de un invernadero. «Contamos con distintos tipos de equipos. En cada equipo cultivamos una sola especie de microalgas, que tienen diferentes aplicaciones», explicaron. El premio de Economía Verde lo recogió Edgar Imaz, cofundador de Sotysolar. El galardón reconoce su trabajo para fomentar y facilitar el uso de instalaciones solares para el autoconsumo eléctrico. Un iniciativa que pretende dar respuesta a «la subida del precio de la electricidad, a su variabilidad y ala desconfianza generada en las renovables», explicó Imaz.
La larga trayectoria de galerista Gema Llamazares a favor del arte y la cultura fue reconocida con la Mención de Honor a la Mejor Mujer Empresaria. «Somos una familia entregada al arte», declaró Llamazares. La mención a la Trayectoria Empresarial se entregó a Samoa Industrial, que acumula 62 años de historia con tres generaciones de la misma familia al frente de su actividad. En este tiempo ha pasado de la fabricación de sus primeros engrasadores y bombas de engrase a palanca a convertirse en líder europeo del sector del equipamiento para lubricación, con presencia en más de cien países y una completa gama de productos de alta calidad.