Recuperan tres proyectiles de artillería a los pies del Cerro de Santa Catalina
Dos buzos que se encontraban practicando pesca submarina a los pies del Elogio del Horizonte los descubrieron este martes
Permanecieron nueve décadas a los pies del 'Elogio', inadvertidos, hasta que el martes por la mañana dos buzos que practicaban pesca submarina pusieron en alerta a las fuerzas de seguridad al descubrirlos durante una de sus inmersiones. Tres proyectiles de artillería fueron recuperados ayer por la Unidad Especial de Desactivación de Explosivos de la Armada durante una intervención que se prolongó durante toda la mañana y en la que participaron una decena de efectivos.
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Alejandro Museros, el comandante de la unidad, con base en Ferrol y que da servicio a toda la cornisa cantábrica, explicó que la retirada de los artefactos «se realiza por una cuestión ambiental y también para garantizar la seguridad en la costa». Lo primero que hicieron, una vez localizados en el lugar en el que les indicó la Guardia Civil (que el martes realizó una primera incursión tras la alerta de los testigos), fue ratificar que se trataba de dos artefactos de 40 y 65 centímetros respectivamente y de una tercera carcasa de menor tamaño. A continuación, procedieron a neutralizar los proyectiles, que todo apunta a que datan de la guerra civil y que recientemente habrían aflorado por el movimiento del sustrato del fondo del mar.
Más restos
Una vez realizada la operación de la explosión controlada desde la distancia, fueron subidos a una de las embarcaciones semirígidas y desde allí, trasladadas al espigón de Motonáutica, en Fomento. El servicio fue seguido desde tierra por el comandante naval de Asturias, Luis Vicente Márquez, que sirvió de enlace entre la Benemérita y la Armada, que tiene las competencias en desactivación de explosivos en la línea de costa.
El Cerro fue uno de los enclaves estratégicos en la ciudad durante la contienda, con la batería alta como trinchera, primero ocupada por el bando nacional y a los pocos días del inicio de la guerra, en manos de los republicanos. Los investigadores consideran que en la zona, a los pies del acantilado, podría haber mucha más munición.
