«El hidrógeno compensará con creces la pérdida de empleo del horno de Arcelor»
«Vamos a estar muy atentos para dar esa formación especializada y apoyar a empresas y trabajadores»
MARCO MENÉNDEZ
GIJÓN.
Domingo, 26 de junio 2022, 03:05
Félix Baragaño (Gijón, 1959) fue reelegido, el pasado 26 de mayo, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Gijón para los ... próximos cuatro años. Afronta una situación económica muy complicada, con las consecuencias de la pandemia, la alta inflación y la invasión de Rusia en Ucrania. Todo esto afecta a las empresas gijonesas y preocupa al presidente cameral. Además, afronta otro gran reto, como es la modernización del Recinto Ferial de Asturias Luis Adaro.
-Acaba de ser reelegido presidente de la Cámara...
-Es un auténtico honor y un orgullo que los miembros del pleno piensen que puedo ser la persona adecuada para seguir dirigiendo el futuro de la institución.
-¿Cuáles son los retos más urgentes?
-Estamos en una etapa muy complicada, en la que se han juntado toda una serie de elementos distorsionadores, como la pandemia, la guerra y toda la fase previa de la descarbonización, que a veces no nos acordamos de ella pero es un poco el origen de la inflación.
-¿Qué es lo prioritario para usted?
-Seguir estando muy cerca de las empresas y tratar de ayudarlas y apoyarlas en todo lo posible, así como seguir con las actividades camerales de formación y programas y, en la medida de lo posible, apoyar en la gestión de los fondos Next Generation. Y no me puedo olvidar del recinto ferial para acometer una fase de modernización y adaptarlo para los próximos 25 ó 30 años. Para eso necesitamos capitalizar el Consorcio de la Feria y presentar proyectos que puedan atraer fondos Next Generation, como convertir los techos del recinto en un hub energético, la ampliación del Pabellón de las Naciones y la carretera que nos daría una nueva fachada en la zona del parque de los Hermanos Castro. Hay muchas iniciativas.
«Cerramos la comercialización de la Feria y hay plena ocupación»
El recinto ferial afronta un gran proyecto de modernización. El presidente cameral, Félix Baragaño, cuenta sus claves.
-Hay receptividad por parte de los socios. Se estudia en la manera de avanzar, pues si no es total, será parcial para ir abordando proyecto a proyecto.
-En principio sí, por parte de todos.
-Habíamos propuesto una ampliación de 12 millones, a 3 millones cada uno de los socios principales, pero no es imprescindible hacer todo el desembolso el primer año.
-Será el primer proyecto que se abordará. Son dos fases. Una previa de adecuación de una serie de instalaciones eléctricas, y la segunda, que sería acceder a energías renovables, principalmente fotovoltaica. Pero, al final, las dos fases se van a unir. Ya está para licitar en breve y será una inversión de 4,3 millones.
-Nos gustaría ligarla a la ejecución de la calle por el parque Hermanos Castro. Queremos duplicar el pabellón y creo que lo podríamos iniciar dentro de dos años.
-El Ayuntamiento está trabajando en él y parece que tendría una ejecución rápida, de tres meses.
-Necesitamos hacer una cesión de terrenos del recinto para que el vial pueda salir a la carretera Piles-Infanzón.
-De la entrada hacia los chalés aledaños. Creemos que la entrada no va a estar afectada.
-Ya está lanzada y los expositores tienen muchas ganas de venir.
-Mantendremos un mayor espacio de la zona de hostelería y en los días dedicados a empresas o instituciones, la idea es que las entradas que regalen sirvan para toda la Feria, para evitar aglomeraciones. La gente está más a gusto y genera más valor al expositor, porque no hay colas.
-La estamos cerrando ahora y hay plena ocupación. Ahora trabajamos en la agenda institucional.
-Contamos que sí. La delegada del Gobierno nos ha dicho que habrá presencia del Gobierno de España. Además, el día de la inauguración volverá a haber el ágape en el Tendayu del Pueblo de Asturias, que el año pasado no lo tuvimos.
-Sí, ha decidido tener un pabellón estable. La intención es que haya continuidad, es lo que está en el espíritu de las partes.
-La novedades las aportan los expositores, no el recinto. A Total aún no le hemos podido dar un pabellón estable y EDP ocupará más espacio con su jardín vertical. El mundo de la moto tendrá nuevas marcas y en hostelería queremos que sean empresas agroalimentarias, se puede incorporar Verdú y Fuensanta presentará una cerveza artesanal.
-¿Cómo está afectando la situación económica a las empresas de Gijón? Quizá lo más visible sean los cierres de comercios, pero ¿el resto?
-La repercusión es muy variada. No está afectando a todos por igual. Hay sectores con unos niveles de crecimiento muy altos, como los tecnológicos y las TIC, en las que hay problemas gravísimos de captación de personal. Luego vemos las dificultades que está teniendo el comercio local para subsistir, pero está ligado, principalmente, a que muchos hábitos de consumo están cambiando.
-¿Es por eso?
-Si, primero fueron las grandes superficies, pero ahora también es el consumo 'online'. Por eso es tan importante el apoyo que le estamos dando a través de los planes de digitalización del comercio, para que puedan utilizar estas herramientas y mantenerse no solo dependiendo de las personas que entran en la tienda, sino que puedan estar vendiendo su producto en cualquier punto del mundo.
-¿Es necesario algo más para el futuro del comercio?
-Tiene que adaptarse, ser muy especializado y de mucha calidad para poder competir, porque la sociedad ha cambiado.
-En Gijón hay asuntos recurrentes que están pendientes desde hace años. Uno es el plan de vías...
-Estamos todos frustrados, porque cuando parecía que ya había un acuerdo en la época del anterior gobierno municipal se ha cambiado y se ha hecho otro. Sin duda, soy muy escéptico. Hasta que no vea ese proyecto, será difícil creer que este tema está avanzando.
-¿La Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (ZALIA)?
-Aquí se ha dado un paso muy importante y eso es sustancial. La sociedad gestora de la ZALIA se había quedado sin dinero y se logró que la SEPI entre para capitalizarla. Va a permitir poner en marcha la subestación y rematar los accesos a El Musel. Sí ha habido un cambio sustancial y creo, sin duda, que es el punto clave para desbloquear la ZALIA, un espacio muy bien comunicado.
-¿Y la autopista del mar?
-Es un tema complejo, porque vino la pandemia y generó problemas. Pero ahora, me consta que hay varias compañías serias que están realmente estudiando la autopista del mar. Es prematuro, no se pueden dar nombres ni fechas, pero hay una voluntad clara de que se puede poner en marcha. Hay alguna línea más, incluso con Inglaterra.
-Donde sí hay muchos proyectos importantes es en El Musel, ¿no es así?
-Hay tres de fabricación de productos para eólica marina, los de Zima, Duro Felguera y Cobra. Hay que ver cómo se les reparte el espacio pero creo que hay para todos. Luego están los grandes proyectos ligados con el hidrógeno, que van a generar una actividad muy importante, y otros de economía circular.
-Hay cierta preocupación por el proyecto de Arcelor y la posible pérdida de empleos...
-Se habla estas semanas de que conlleva un recorte. Al cerrar un alto horno tiene que cerrar muchas instalaciones y entonces se va a sustituir por hidrógeno. De lo que no tengo duda es que el empleo que se va a perder en Arcelor lo compensará con creces el hidrógeno. Es más, diría que todo lo que va a conllevar la generación de hidrógeno lo va a multiplicar por tres o por cuatro en sentido positivo.
-¿No hay que preocuparse?
-No debería haber motivo de preocupación. Al trabajador que le afecta personalmente tendrá que adaptarse, conocer el trabajo, y esas cosas asustan un poco y generan incertidumbre. Lo difícil es cuando algo cierra y no hay alternativa. Pero ahora la hay y tenemos que ser flexibles para adaptarnos a lo que se va a necesitar. Lo importante es que van a tener una alternativa. La alternativa no es irse para casa, sino formarse y adaptarse.
-Pero puede suponer un cambio muy grande.
-Todos tenemos que hacer esa reflexión de adaptarnos, ser conscientes de que estamos iniciando una nueva época. Los cambios tecnológicos van a derivar en que ciertos empleos van a desaparecer y serán sustituidos por otros nuevos. Instituciones como la Cámara vamos a estar muy atentos a tratar de ayudar para dar esas formaciones especializadas para apoyar a que empresas y trabajadores se adapten. Incluso a los trabajadores nuevos que se puedan incorporar.
-En general, ¿hay que ser optimistas?
-Hay proyectos que van a dar un empujón a la economía, pero está la triste realidad de una inflación disparada, unos precios de productos básicos muy altos y un consumo que parece que va a sufrir. Quiero pensar que ahora se estén poniendo las bases para que la guerra de Ucrania llegue a una solución, no es sostenible en el tiempo. Si es así, podríamos volver a recuperar con mucha rapidez la senda del crecimiento. Si no, tenemos que replantearnos muchas cosas y entre ellas repensar toda la transición energética, hacerla mucho más lenta de lo que nos gustaría.
-¿La transición energética estaba mal pensada?
-No. La apuesta por las energías renovables es una apuesta de futuro, está fuera de toda duda. Pero todo el mundo sabía que tiene que haber una evolución tecnológica que permita que las energías puedan guardarse. La transición energética tiene que ser ordenada y justa.
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