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Noemí M. L., custodiada por la Policía Nacional, a la salida del Hospital de Jove tras ser detenida por matar a su hija Olivia. Efe

Crimen en Gijón

La madre de Olivia asiste «impasible» a su imputación formal por el asesinato de la niña

Noemí M. L. compareció este martes en el juzgado de Instrucción número 1 de Gijón en el paso previo a ser juzgada por un jurado popular en la Audiencia Provincial de Asturias

Olaya Suárez

Gijón

Martes, 12 de septiembre 2023, 19:53

Asistió «impasible» y sin pronunciar palabra a su imputación formal por el delito de asesinato de su hija. Noemí M. L. compareció en la mañana de hoy en los juzgados de Gijón en un trámite formal en el marco del procedimiento judicial como paso previo a ser juzgada por un jurado popular en relación al crimen de su hija Olivia, a la que presuntamente administró un cóctel de medicamentos para acabar con su vida. Afrontará un condena de prisión permanente revisable.

La acusada fue trasladada los días previos desde la cárcel de Ávila al centro penitenciario de Asturias, donde permaneció los primeros meses tras su arresto y desde donde ayer a primera hora de la mañana fue conducida por la Guardia Civil hasta el Palacio de Justicia de Gijón. Está previsto que regrese a Ávila en los próximos días hasta que se celebre el juicio, previsiblemente a finales de 2024 y con la modalidad de jurado popular.

En el acto, celebrado sin público en el juzgado de Instrucción número 1, Noemí M. L. se mantuvo callada en todo momento y con actitud de aparente frialdad, la misma que mostró tras ser detenida por la Policía Nacional en el piso de la calle Gaspar García Laviana, donde fue hallada en la cama en la que yacía muerta la pequeña de seis años.

Estuvieron también presentes en el juzgado los nuevos abogados que ejercen la defensa de la mujer –que ha cambiado de representación legal recientemente– y Daniel Labrador, el abogado del padre de la niña, Eugenio García. No pudo asistir por motivos profesionales Ignacio Blanco, que ejerce también la acusación particular.

La autopsia realizada al cadáver de la pequeña Olivia reveló el que había ingerido el triple de fármacos de una dosis que ya habría resultado letal para sus 20 kilos de peso. En el cadáver de la niña fueron halladas «grandes cantidades» de lorazepan -una fármaco sedante y ansiolítico- y, en una dosis menor, pero también mortal, dexketoprofeno trometamol, comercializado bajo el nombre de Enantyum y que se utiliza para el dolor agudo. Su muerte se produjo un día antes de que los agentes la encontrasen en su casa, muerta al lado de su madre.

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