María Mitre, sobre la congelación de impuestos aprobada en Gijón: «No es magia, es trabajo»
La izquierda habla de un «negacionismo tributario» que pone riesgo las cuentas públicas y los servicios, mientras que Vox pide revertir las subidas de años anteriores
«Por tercera vez en este mandato, cumplimos nuestro compromiso con la ciudadanía: un Gijón mejor, que cuesta lo mismo. Gijón lidera, pero no a ... costa de los gijoneses». La concejala de Hacienda, María Mitre, resumía de este modo en el Pleno la propuesta fiscal del gobierno municipal para 2026, que salió adelante con el voto a favor de Foro, PP y el concejal no adscrito, Óliver Suárez, y el rechazo de toda la oposición, si bien la izquierda sí voto junto al gobierno a favor de la subida en un 2% de las tarifas de los cementerios.
El encarecimiento de los enterramientos y de las concesiones de nichos y panteones es la principal excepción en un proyecto que apuesta en términos generales por la congelación de tasas e impuestos municipales, salvo un aumento del precio por la retirada de vehículos con la grúa –cambio que incluye además una tarifa específica para los patinetes eléctricos–, la inclusión de nuevos beneficiarios de las entradas reducidas del Botánico y de nuevos precios por el alquiler de sus instalaciones para eventos, y, en el Patronato Deportivo Municipal, la creación de bonos de diez entradas para las piscinas y gimnasios municipales y la sustitución del abono a las piscinas por otro, ligeramente más caro al mes, que también incluye el libre acceso a los gimnasios y la pista de atletismo (para federados), así como descuentos en el alquiler de instalaciones deportivas y en la participación en cursillos y otras actividades deportivas. Aparte, para el casi desierto mercado de La Camocha se sustituye el precio fijo que regía hasta ahora (91.20 euros al mes por cada tienda interior y 3,20 al día por cada puesto eventual).
«Gobernar no es recaudar»
«En un momento política y socialmente complejo, donde algunas administraciones se han abonado a las promesas vacías e incluso practican fraudes con fines electorales, este gobierno cumple su palabra de dar mejores servicios sin vaciarle los bolsillos a los ciudadanos», defendió Mitre, quien remarcó que «gobernar no es recaudar, es gestionar». La concejala de Hacienda señaló que «cuando llegamos al gobierno en 2023 nos encontramos un erial económico y un Ayuntamiento ineficaz para captar inversiones y generar valor». Y defendió que «haber pasado de una administración abocada a subir impuestos para sostenerse, a otra saneada y con capacidad inversora, sin necesidad de gravar en exceso a los gijoneses, no es magia, es trabajo». Denunció además lo que consideró «un peligroso discurso apocalíptico» por parte de la oposición, «que puede volverse en su contra». Y frente a las acusaciones de un Ayuntamiento infrafinanciado y próximo a la quiebra, preguntó «¿cómo es posible entonces que tengamos en marcha al mismo tiempo tres proyectos como la ampliación del Parque Tecnológico, Naval Azul y Tabacalera, todos ellos con proyecto, plazos y financiación?».
«Su capacidad de fantasía es asombrosa», señaló la socialista Marina Pineda, quien criticó que mientras se habla del mantenimiento de los servicios públicos «se esquilman las arcas de empresas como la EMA y Emulsa para pagar deuda». Destacó la importancia de «un sistema tributario justo», planteando medidas como el cobro de un IBI diferenciado «a las grandes actividades que generan ruido y contaminación», una tasa turística o un recargo del IBI en las viviendas vacías, «especialmente las de los bancos y fondos de inversión». Recordó que la presión fiscal de Gijón es inferior a otras ciudades.
Javier Suárez Llana, de IU, consideró que «mantener la receta de la congelación y el discurso de que con menos hacen más, en el fondo enmascara uno de los lemas reales de su mandato: 'Gijón renuncia'». Recordó que en el anterior gobierno de Foro «las cuentas acabaron intervenidas» y advirtió de que en 2026 los ingresos procedentes de tasas e impuestos públicos se reducirán en más de 700.000 euros, mientras aumenta la dependencia de transferencias de otras administraciones.
La portavoz de Podemos, Olaya Suárez, acusó al gobierno de «negacionismo tributario» y calificó de «populismo» el «mantra de la congelación, que pone en peligro el futuro de los servicios públicos». Por razones bien distintas se opuso a las ordenanzas ficales Vox, que cree que «no se puede hablar de congelación cuando hubo subidas los años anteriores», por ejemplo en la recogida de basuras. Su portavoz, Sara Álvarez Rouco, instó a volver al menos a las tarifas de 2024 y acusó al gobierno de «traicionar sus promesas electorales». Añadió que la propuesta presentada «es más una medida estética que un allivio para la ciudadanía, porque ni siquiera compensa la pérdida de poder adquistivo».
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