«Aquí estaremos más cerca de ella. Va por ti, 'Maricuela'»

Ángeles González Peón, la histórica socialista que se fue con 105 años en 2024, no cae en el olvido. Este viernes fue homenajeada en la zona ajardinada sita entre las calles Baleares, Roncal y Valencia, en el límite entre El Llano y Pumarín, que pasa a llamarse Jardines de Ángeles González Peón 'Maricuela'. Se mantuvo el sol durante el acto inaugural antes de las lluvias vespertinas que regaron el «espacio verde de encuentro entre la historia y el presente», como resaltó en su intervención Gimena Llamedo.

La vicepresidenta del Gobierno del Principado, emocionada, señaló metafóricamente que aún veía a 'Maricuela' «paseando por su querido barrio de Gijón, siempre arreglada y sonriente y parándose a hablar con todo el mundo, porque ella era así, siempre alentando a la unión, a la fuerza y huyendo del rencor. Estos jardines tienen que servir para que la juventud se pregunte quién era 'Maricuela' y la respuesta sea: era lucha, era socialismo, era generosidad, era cariño, pero, ante todo, era la gran defensora de la democracia», recalcó antes se abrazarse a su hija, María Ángeles Rozada.

«No solo era mi madre. Cada día me doy más cuenta de todo el referente de lucha que simboliza. Para mí, es muy importante poder tener un lugar por el que caminar que ella recorría cada día. Lloro de tristeza por no poder abrazarla, pero también de alegría y emoción», manifestó. «Era una petición popular y una deuda que la ciudad tenía con 'Maricuela' y hoy se ha cumplido en gran parte gracias a Alberto Ferrao», esgrimió el portavoz del gobierno local, Jesús Martínez Salvador, en alusión al exedil socialista y actual director del Colegio Pumarín, promotor de la distinción. Sonrojado, entre aplausos, Ferrao solo quiso decir: «Aquí todos nos encontraremos aún más cerca de ella. Va por ti 'Maricuela'».

Entre lágrimas, su cuidadora y amiga, Chantal Gutiérrez, relató sus recuerdos: «Tomamos juntas muchos cafés. Era muy charrapleta. Le gustaba muchísimo pararse a hablar con la gente, sentarse en un banco, leer los periódicos y conversar. Sabía de todo», apostilló. Desde El Coto, acudía a verla Mandy Fernández, quien confesó: «Le hacía bizcochos, le arreglaba zapatos, le hacía recados». «Ahora cada día miraré desde la ventana de mi octavo piso y pensaré que ella me cuida», añadía su gran amiga y vecina, Manuela Granada. Un centenar de vecinos, amigos, sindicalistas, militantes socialistas y de otros partidos respaldaron el acto «sin pensar en las siglas, solo en la persona», recalcó Salvador.

• Temas
• Gijón
• Federación Socialista Asturiana