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Medalla de oro
Ignacio Blanco comparte la distinción con los «miles de gijoneses» que han contribuido a la institución en sus 120 años de historia
El presidente de la Asociación Gijonesa de Caridad, Ignacio Blanco Rodríguez, que este domingo recogió la máxima distinción de la villa, la Medalla de Oro ... , quiso huir del pesimismo que causa el panorama actual, con «guerras, violencia y un clima nauseabundo de corrupción». Por contra, puso como ejemplo a los que fueron distinguidos con los reconocimientos municipales de que «cuando hacemos bien nuestro trabajo ordinario y tratamos con respeto y cariño a las personas que nos rodean, estamos construyendo un mundo mejor».
Y dentro de ese buen hacer destaca la institución que preside y que conmemora su 120 aniversario. «¡120 años, cinco generaciones!», exclamó Blanco para compartir el reconocimiento con las «decenas de miles de gijoneses que habéis contribuido a través de esta institución a paliar las necesidades básicas de cientos de miles de hombres y mujeres en situación de vulnerabilidad».
«La medalla que nos otorga nuestro Ayuntamiento es un agradecido reconocimiento a todos vosotros: socios y donantes, voluntarios y trabajadores, directivos actuales y los que nos precedieron», reconoció Ignacio Blanco. «Todos sois parte imprescindible de la historia de la Cocina Económica de Gijón, pues habéis contribuido a ella entregándole una parte de vuestro tiempo, de vuestro trabajo y de vuestros recursos», añadió.
Pero también quiso remarcar en su intervención el presidente de la Asociación Gijonesa de Caridad la especial vinculación de las religiosas que se encargan de atender la Cocina Económica. «Hay quienes no se han limitado a dar una parte, lo han dado todo. Han dejado su vida en la Cocina Económica las 24 horas de cada día, de los 365 días del año», afirmó. «Son las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl», dijo y consciente de que «me va a constar una regañina al acabar este acto» pidió un aplauso de agradecimiento para las religiosas, que fue contestado con una sonora ovación desde el patio de butacas del coliseo gijonés.
El presidente de la Asociación Gijonesa de Caridad finalizó sus palabras de agradecimiento con una petición. «Nuestra querida Cocina Económica necesita más voluntarios y necesita más socios. Contamos con ustedes», concluyó,
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