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Multitudinaria bendición de las aguas en Gijón: «Que San Pedro bendiga Naval Azul»
El párroco Javier Gómez Cuesta pidió en la multitudinaria bendición de las aguas en Gijón que «no pongan más palos en el proyecto»
O. Suárez
Gijón
Domingo, 29 de junio 2025, 19:34
El Cantábrico recibió hoy domingo las aguas bendecidas en la iglesia de San Pedro de Gijón, con el calor de la ciudadanía y también con los termómetros rozando los 30 grados y la playa de San Lorenzo a rebosar. Celebró el patrón de la ciudad y congregó a cientos de gijoneses y visitantes que cumplieron con la tradición que cada 29 de junio rinde tributo al apóstol a orillas del mar.
«Esta es una ciudad generosa, abierta, acogedora, tolerante, divertida y con 'coña marinera'», resumió el párroco Javier Gómez Cuesta, que en un púlpito instalado a las puertas de la iglesia tuvo palabras no solo de elogio a Gijón, si no también de reivindicación y de crítica. Como la petición de que el Campo Valdés quede al margen de la instalación de mercadillos y se prohíba el paso a los patinetes o que «lleguen los autobuses a Cimadevilla», que, añadió, «ahora que está tan de moda la amnistía, podría ser república independiente, el barrio podría ser por sí solo un país».
Tuvo palabras Gómez Cuesta también para el proyecto de Naval Azul. «Gijón está lanzando al futuro. Entre las iniciativas están las de Naval Azul, un azul que se ha tornado combativo y nos ha dejado mirando para arriba, aunque la esperanza no defrauda. Como diría el inolvidable capellán Fernando Fueyo: 'Lo juro por Quini'. El azul de Naval es el azul del mar y será el de las empresas limpias que tienen que ver con la mar, así que San Pedro bendiga el proyecto y no le pongan más palos en el camino».
El arzobispo Jesús Sanz Montes y la alcaldesa Carmen Moriyón fueron los encargados de arrojar al mar (más bien al pedreru por coincidir en bajamar) un ramo de flores y el agua bendita. Mientras, el Coro de Voces de Cimavilla entonaba la 'Salve marinera' y el 'Gijón del alma'.
Quince años como arzobispo
Jesús Sanz Montes señaló durante la homilía que estaba de cumpleaños. «Hace 15 años que el Papa Benedicto XVI me nombró arzobispo tal día como hoy de la celebración de San Pedro», recordó. Hizo mención a las «turbulencias que a veces llegan en la vida» y con un símil marinero apuntó que recientemente, «durante las primeras comuniones en este mismo templo, le dije a los niños que iban vestidos de marineros que menos mal que estaban aquí, porque a veces las aguas de la vida se ponen turbulentas y de pronto no sabemos bien a quién mirar, que nos digan palabras que no mientan, palabras que no insidien, palabras de quien no se corrompe ni traiciona».
Al acto religioso asistieron representantes de los grupos municipales de Foro, Partido Popular y Vox, y también miembros de las cofradías y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, como el Comisario Principal de la Policía Nacional, Dámaso Colunga, y el comandante naval, Luis Vicente Márquez. Para ambos era la última bendición de las aguas en sus cargos.
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