Gema Batanero

Conservadora del Museo del Traje de Madrid

«El Jardín Botánico de Gijón tiene una ornamentación única con mucho encanto»

«Hay un libro abierto para todos los ojos: la naturaleza», decía el filósofo y experto en botánico francés Jean-Jacques Rousseau. «De esa fascinante observación de la vida y de nuestro entorno, nos nutrimos para crecer, desarrollarnos y también nos vestimos», afirmó Gema Batanero, conservadora del Museo del Traje y experta en indumentaria de los siglos XVIII y XIX, que este jueves dio una conferencia en Gijón titulada 'Vistiendo un jardín. La naturaleza en la moda entre el Barroco y la Ilustración'. Este acto sirvió de inauguración de la amplia y diversa programación del 22 aniversario del Jardín Botánico de Gijón que celebra estos días.

–¿Un jardín también se viste?

–Nada se viste más que un jardín con los colores de todas las especies que lo llenan de alegría y vida. El manto de la naturaleza nos embriaga y lo necesitamos.

–¿Y tiene un estilo propio?

–Por supuesto. Cada jardín tiene su propio estilo y podríamos decir que le gusta ser tendencia.

–¿Tiene glamour el de Gijón?

–Lo tengo que recorrer bien pues casi no lo conozco, pero yo sé que tiene una ornamentación única con mucho encanto. Además, con la exposición que inauguramos el sábado a las 19 horas, 'Al abrigo del Jardín', desfilará la unión de ese glamour floral y textil en el Botánico de Gijón.

–Su charla inaugura la programación del 22 cumpleaños de este espacio

–Es un orgullo poder hablar de la naturaleza como una fuente de inspiración constante para el ser humano. Al igual que el autorretrato, las flores han centrado la atención y se han convertido en los primeros temas que la humanidad ha plasmado en el arte y en todas sus manifestaciones culturales. Esta conexión ha perdurado a lo largo de los siglos, especialmente en el ámbito de la moda y de la industria textil.

–¿Qué se podrá admirar, a partir de mañana, en la exposición 'Vistiendo un jardín'?

–Es una adaptación de la muestra con la que contamos en el Museo del Traje de Madrid, en la que hay más de 120 piezas. La exposición ofrecerá una lectura botánica de la moda histórica. Durante, el sábado y domingo, habrá visitas guiadas, de 12 a 17 horas, para explicar los paneles que dan a conocer la conexión entre las especies vegetales que habitan en Gijón y su influencia en el desarrollo icónico de la moda. Estoy feliz de porque gracias a esta actividad puedo conocer este jardín, que es un referente en toda España.

–¿Alguna etapa de nuestra historia ha sido más floral?

–Con la llegada de la primavera todas las épocas de la historia se vuelven más florales, pero han sido especialmente en los siglos XVIII y XIX que corresponden con la época barroca y la Ilustración en las que más se ha plasmado la oda a la naturaleza en la moda, especialmente en los vestidos.

–¿Cuáles eran las flores top en esas épocas?

–Las granadas –que simbolizan la fertilidad y la inmortalidad–, la diversidad de las peonías, o la belleza de las rosas eran , en su momento, las flores más utilizadas en la industria textil.

–¿Y las tendencias actuales?

–Son las de inspiración asiática. Cabe destacar, que a través de este leitmotiv, también apreciamos las tendencias de pensamiento ecológicas y sostenibles que ahora marcan nuestros estilos de vida.

–¿Concibe el mundo sin flores?

–Jamás. Como decía Rousseau: «Los que quieran ver oscuridad verán oscuridad, los que quieran ver color verán flores». Yo siempre elegiré ver flores.

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