Los negocios de Melquiades Álvarez, en Gijón, en pie de guerra por los actos vandálicos

«No hay fin de semana en los que no suframos actos vandálicos, estamos ya desesperados». Los hosteleros de la calle de Melquiades Álvarez, en Gijón, a escasa distancia de la plaza Mayor, se muestran desazonados por los continuos desperfectos que sufren sus negocios los fines de semana. Platas arrancadas, pintadas, lanzamiento de huevos, cristales rotos... Y así como un continuo goteo.

El último objetivo, la madrugada del domingo, fue el restaurante Abarike. «Nos arrancaron las placas del reconocimiento Repsol, rallaron la de Michelin y destrozaron la vitrina de los menús, además, quitaron los tornillos de la cerradura de la puerta trasera...», señala su propietaria, Lara Róguez, quien ya ha interpuesto la denuncia.

El negocio de al lado, Inferno Gastrobar, ha sido vandalizado recientemente. «Nos rompieron la luna del establecimiento y por la parte de atrás cada poco tiempo hay también desperfectos, sin contar con las pintadas en la fachada...», resume. A su juicio, «la mejor forma de acabar con todo esto que sufrimos, o por lo menos minimizarlo, es que el Ayuntamiento instale cámaras de seguridad,». En ese mismo sentido se pronuncia Ricardo Señorán , propietario del restaurante Farragua: «Nos han arrancado las plantas de las jardineras unas 25 veces. Creemos que son actos vandálicos asociados con salidas nocturnas, pero es desesperante porque es continuo».

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