El inicio de la obra de la Sindical de Contrueces activa el último proyecto de barrios degradados de Gijón
Desde que se puso en marcha esta línea de ayudas en 2012, la inversión para rehabilitar manzanas periféricas ha superado los 25 millones
Los vecinos de la Obra Sindical de Contrueces, en Gijón, ya tienen elementos tangibles para creer que de esta va la vencida y después ... de una década de espera van a poder ver el inicio de la transformación de este conjunto de viviendas declaradas en 2015 como barrio degradado. Las obras las ejecutará la empresa Elecnor, que ya ha colocado señales de prohibido aparcar en la calle Río Cares y a partir de hoy está previsto que empiece el desembarco de las casetas y el material necesario para acometer unas obras que en esta primera fase se centrará en 60 viviendas de seis portales, distribuidos en cuatro bloques.
La intervención supondrá, además de la mejora de la eficiencia energética, una mejora de la accesibilidad, incorporando ascensores a los núcleos de comunicación vertical, así como la reordenación de flujos y recorridos peatonales, sin supresión de plazas de aparcamiento en el marco de una adecuación de espacios públicos. Todo ello con un presupuesto de 4,1 millones de euros, sustentado en más de la mitad por fondos europeos que obligan a darle la máxima celeridad a los trabajos para tenerlos concluidos como muy tarde el 24 de junio de 2026.
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Para darle el espaldarazo institucional a este proyecto, el último que quedaba pendiente de activar de los barrios degradados, hoy se reunirán el concejal de Infraestructuras, Gilberto Villoria, y su directora general, María López Castro, con la comisión vecinal encargada de la relación con el Ayuntamiento para supervisar el desarrollo de esta largamente esperada rehabilitación. No ha habido en los últimos años en Gijón actuación más gafada que esta con licitaciones desiertas, renuncias de empresas adjudicatarias y un sinfín de contratiempos que explican que se haya llegado hasta este momento con un proyecto en origen firmado por el arquitecto Jovino Martínez Sierra.
La línea de ayudas a barrios degradados amplió en 2012 al extrarradio los horizontes de un plan de fachadas y supresión de barreras arquitectónicas que, hasta aquel entonces, destinaba buena parte de sus inversiones anuales en arreglar las fachadas del Muro.
La intervención pionera fue la reforma integral de 102 viviendas distribuidas en diez bloques en Francisco Eiriz, en el barrio de Jove, con aportación exclusivamente municipal (3,7 millones de euros fraccionados en varias anualidades para reducir el impacto fiscal de las ayudas) y ejecutada por El Llano Fachadas. Fue durante el primer mandato de Carmen Moriyón como alcaldesa.
Recogió el testigo de Francisco Eiriz el poblado de Inuesa en Tremañes, que está de actualidad estos días por la exposición fotográfica y documental que ha podido ver este fin de semana en el gimnasio de la sede de la Asociación Evaristo Valle. La muestra recorre la década de vicisitudes hasta hacer realidad el proyecto 'Volubilis', que tardó una década en poder completarse beneficiando a 224 viviendas (14 bloques con 28 portales).
Roces se quedó a las puertas
A partir de 2017, a raíz de no poder el Ayuntamiento admitir nuevas solicitudes de ayudas por la elevada lista de espera, los barrios degradados tomaron un camino independiente y las obras que se han ido ejecutando desde la pandemia para manzanas residenciales periféricas han salido adelante con financiación europea gestionada desde el Principado. Es el caso de las ultimas fases de Inuesa, la Obra Sindical de Contrueces, Nuestra Señora del Carmen en Portuarios y la Urbanización Monte Areo en Monteana.
En total, se han invertido en todas las obras de barrios degradados más de 25 millones de euros.
El futuro del programa de ayudas para barrios degradados es incierto una vez que se cierre el grifo de los fondos europeos para este tipo de rehabilitaciones de viviendas. Por la elevada cuantía y complejidad de los proyectos es difícil que su continuidad pueda volver a fiarse exclusivamente a subvenciones municipales. El equipo de gobierno y, más concretamente, el concejal de Urbanismo, Jesús Martínez Salvador, ha asegurado en intervenciones plenarias que no está previsto tramitar nuevas declaraciones de barrios degradados mientras no acaben todas las obras en marcha. La última declaración de barrios degradados se remonta a 2015 con los de Contrueces y Monteana.
El poblado de Roces es el barrio que está desde hace más de una década en lista de espera para ser el siguiente en ser declarado como degradado y poder afrontar la rehabilitación integral de algunos de sus bloques residenciales en peor estado, que agrupan a 700 viviendas. Anhela obtener esa consideración para poder optar a ayudas estatales y europeas. Sus dirigentes vecinales han intentado por activa y por pasiva que el Ayuntamiento cumpla una promesa en ese sentido anunciada en 2016 que los ha dejado a las puertas de una transformación que consideran necesaria para revitalizar el barrio.
Suspensión temporal del plazo de ofertas del Plan Llave
El plazo de presentación de ofertas para las permutas de parcelas de titularidad municipal para la construcción de viviendas del Plan Llave del Ayuntamiento, que finalizaba mañana, ha quedado en suspenso temporalmente. Esta decisión responde a la petición cursada por al Confederación Asturiana de la Construcción-Asprocon por la próxima revisión de los precios máximos de venta de vivienda protegida por parte del Gobierno del Principado. El impacto de esta medida en las condiciones económicas fijadas en los pliegos del Plan Llave es lo que motivó a la patronal de la construcción a solicitar que, antes de que finalizara el plazo de presentación de las proposiciones, se incorporara una cláusula de actualización de los precios máximos de venta de viviendas y anejos que sea acorde a la que apruebe el Principado. El Servicio de Urbanismo estimó conveniente la suspensión del plazo de presentación para poder valorar el escrito presentado por CAC-Asprocon. Fuentes municipales aseguran que «en unos días» se retomará la tramitación. Asimismo, señalan que en Urbanismo «están muy contentos» con la acogida del Plan y la previsión de licitadores que hay. El Plan Llave saca a la venta casi 6.400 metros cuadrados de suelo público para la construcción de 120 viviendas, que deberán salir al mercado como Vivienda de Protección Concertada (VPC). El pago será bajo la fórmula de «permuta por obra futura», es decir, las adjudicatarias entregarán parte de los pisos para que sean gestionados por la Empresa Municipal de Vivienda en régimen de alquiler. El resto podrán salir a la venta en las condiciones de la oferta de la adjudicataria de cada uno de estos suelos.
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