La obra de Tabacalera arranca en enero, durará todo el mandato y «se irá abriendo por fases»

Ciertamente, se vuelve a la idea de que se use como espacio expositivo pero, como ayer detalló la regidora, si en su momento se pensó para colecciones que son patrimonio municipal, ahora se logran casi 3.400 metros cuadrados extra «que nos permitirán traer colecciones que, por su formato, no cabrían en ningún otro espacio expositivo de la ciudad».

Con este nuevo pistoletazo de salida -aunque Tabacalera lleva ya diez millones de inversiones y varios años de obras de consolidación del inmueble-, lo que toca es hablar de fechas y compromisos. Las que bajara el equipo de gobierno son dos: principios de enero para empezar con las licitaciones (a las que suceden las adjudicaciones antes de que se vea una pala) y 2027, coincidiendo con los últimos meses del mandato, para que todo esté listo.

Como para que todo esto suceda queda mucho, la regidora lanzó ayer una idea que se intentará llevar a la práctica en todo ese periodo: «Siempre que la seguridad y los servicios técnicos lo autoricen, pretendemos que Tabacalera no se quede aislado a la ciudadanía sino que vaya siendo partícipe». O sea, que se vayan probando incitativas de aquí a 2027 en línea con lo que se hará dentro de unos días, coincidiendo con la entrega de los premios Princesa de Asturias. El Ayuntamiento ha cedido las instalaciones a la Fundación para que acoja varios eventos que acerquen la figura de escritor japonés Haruki Murakami. Serán del 11 al 15 de octubre y las inscripciones se abrirán este sábado a las 10 de mañana.

Esto será ya, pero abierta la veda, otros ya llaman a la puerta. La exconsejera de Educación, Carmen Suárez, aprovechó que ayer coincidió con Carmen Moriyón en el acto la Unidad Didáctica Rosario de Acuña, para dejar otra propuesta en el aire: el uso de Tabacalera en 2025 coincidiendo con los 175 años del nacimiento de la escritora.

Mientras se van materializan do (o no) estas propuestas previas a la inauguración, la concejala de Cultura, Montserrat López Moro, afirmó ayer en Tpa que se aprovechará, como se viene haciendo desde hace meses, «en trabajar con fundaciones y personas privadas». No es para menos dado que el propósito es nutrirse de colecciones de arte de referencia como las de Masaveu, Pérez Simón y Plácido Arango y, a mayores, como citó Foro en campaña, de muestras temporales de artistas como Goya, Dalí, Rubens, Picasso, Monet, Magritte y Van Gogh. Todo para desembocar en lo que dice, literalmente, el plan de usos: «Gijón está inmersa en un cambio cultural. Conlleva un replanteamiento de todos sus equipamientos y su interrelación».

El proyecto aprobado ayer incluye tres edificios: Edificio Histórico (Antiguo Convento de Agustinas Recoletas), con 8.195,88 m²; Edificio de Nueva Planta 1, con 2.580,09 m² y Edificio de Nueva Planta 2, que cuenta con 240 m², aunque dada la licencia del edificio colindante se consigue una mayor volumetría al tener que cubrir este nuevo edificio la medianera que se generó.

Hasta aquí todo lo que se ciñe a lo cultural, porque la otra pata es lo que supondrá para el barrio. Ayer López Moro repitió eso que se escucha mucho estos días: «Nos permitirá dinamizar la ciudad y el barrio».

A esta frase se refiere el presidente de la Asociación de Vecinos Gigia de Cimavilla, Sergio Álvarez, quien reflexionaba ayer en este diario: «Nos preguntan qué espacio creemos que tiene que tener Cimavilla en Tabacalera, y yo hago la pregunta al revés, qué espacio tiene que tener Tabacalera en Cimavilla, que es muy distinto». Álvarez reconoce que es «algo muy complejo en las que no estamos en desacuerdo», pero «nos gustaría que matizasen los usos hosteleros». En líneas generales, «la alcaldesa pedía generosidad al barrio y nosotros le pedimos responsabilidad».