«Quiero llegar hasta el final y que se haga justicia», dice la madre del muerto en el piso de citas de Gijón
Saúl Iglesias murió hace un año en extrañas circunstancias. Las dos prostitutas que contrató están siendo investigadas en el juzgado
«Quiero llegar hasta el final y que se haga justicia por la muerte de mi hijo. A Saúl lo dejaron tirado como a ... un perro e intentaron deshacerse del cuerpo, tienen que pagar por lo que hicieron». Carmen Iglesias, la madre del joven de 24 años que murió en un piso de citas del barrio de Laviada, lleva un año «dedicada en cuerpo y alma a que el caso no caiga en el olvido». «Llegaré hasta donde haga falta por la memoria de mi hijo», dice.
La investigación continúa en el juzgado de Instrucción número 2 de Gijón a la espera de nuevas pruebas y testificales que permitan determinar con exactitud qué ocurrió aquella tarde del 22 de octubre de 2023 cuando el joven, que trabajaba en una empresa constructora en Oriente Próximo y estaba de visita en Asturias, su tierra natal, contrató los servicios de una prostituta y acudió al piso de la calle Avilés en el que acabó por encontrar la muerte. Su cuerpo apareció semidesnudo en el descasillo del piso en cuestión.
La autopsia determinó que el fallecimiento se produjo por un fallo multiorgánico derivado del consumo de drogas. Sin embargo, las incógnitas continúan siendo muchas. «¿Por qué las prostitutas hicieron supuestamente varias trasferencias bancarias desde el móvil de mi hijo a los suyos por más de 4.000 euros? ¿Por qué no llamaron antes a los servicios de emergencia? ¿Por qué arrastraron el cuerpo hasta el descansillo? ¿Por qué las dos mujeres no telefonearon desde alguno de los seis teléfonos que tenían y bajaron a una lavandería de la misma calle y pidieron a una señora que llamase ella para avisar que necesitaban una ambulancia para un chico que se encontraba mal?», se pregunta Carmen Iglesias, vecina de Mieres y que sigue sin comprender por qué su hijo «guapo, listo y muy trabajador» acabó por ir «aquel fatídico día aquel fatídico lugar».
Lo sacaron al descansillo
La víctima fue hallada semidesnuda por los servicios de emergencia y por los vecinos que llevaban tiempo alertando de las molestias derivadas del piso de citas. Saúl tenía los pantalones bajados, no llevaba ropa interior y tenía parte del torso desnudo. «Lo vistieron cuando se empezó a encontrar mal y lo sacaron al descansillo, creo que intentaban meterlo en el ascensor para sacarlo a la calle para que no lo relancionasen con ellas pero las sorprendió un vecino», asegura la mujer. Cuando los servicios médicos se personaron en el lugar, únicamente pudieron confirmar el deceso del chico. Era poco después de las 7 de la tarde de un domingo en el que la vida de la familia de Saúl y también de sus muchos amigos saltó por los aires. La Brigada de Policía Judicial de la Policía Nacional se hizo entonces cargo de la investigación. Se dieron los primeros pasos de un procedimiento en el los resultados de la autopsia resultaron determinantes: la muerte fue por sobresodis. Ahora la jueza trata de determinar si esa droga fue consumida voluntariamente por la víctima y el papel que jugaron las prostitutas que se encontraban en la vivienda. Las dos mujeres, madre de hija, declararon que «únicamente le habían dado cerveza al chico y que las transacciones económicas de 4.000 euros que les hizo a los teléfonos móviles de ambas habían sido voluntarias», un extremo que ahora se trata de confirmar con las pruebas aportadas a la causa y los informes forenses.
«Hay muchísimas cosas que no cuadran, pero lo que está claro es que esas dos mujeres no actuaron bien y queremos que se llegue hasta el final y se sepa todo con exactitud», reitera su madre, que no entiende por qué «no les han retirado el pasaporte para evitar que se fuguen a su país». Ambas prestaron declaración en el juzgado de guardia y continúan unidas a la causa a la espera de que avance la instrucción. «Como acusación particular las acusamos de robo continuado y homicidio imprudente, queremos verlas sentadas en el banquillo de los acusados y que expliquen todo ante los jueces y paguen por ello», señala Carmen.
Familia y amigos de Saúl preparan un homenaje el domingo 20 de octubre ante el edificio donde falleció. «Será algo sencillo pero con mucho sentimiento, sobre todo para que vea todo lo que la gente le quiere y que sigue peleando para que se haga justicia», concluye la madre.
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