La reforma del Albergue Covadonga, en Gijón, comenzará en mayo de 2026 y el traslado se acometerá en dos fases

Al ser las instalaciones que se usan como área específica de albergue las primeras en verse afectadas por los trabajos de reforma, el traslado de sus servicios ya tendrá que estar completado a principios de año. Y en una fase posterior será cuando tengan que migrar el personal y los usuarios del centro de baja exigencia. En el desarrollo de este proyecto están trabajando codo con codo dos concejalías, la de Infraestructuras encabezada por Gilberto Villoria (Foro), y la de Servicios Sociales que lidera Guzmán Pendás (PP).

El diseño del renovado equipamiento, que lleva el sello del estudio de arquitectura Rasilla Coloma, conformará una imagen que recuerda a un nido e irá en consonancia con el nuevo modelo de atención a personas sin hogar alejado del asistencialismo que se pretende implementar en él.

La tosca fachada de ladrillo actual, que presenta un alto nivel de deterioro, será sustituida por otra ventilada. El edificio tendrá cubierta plana e incorporará como segunda piel un revestimiento de cerámica con relieve en colores crema en el que se irán abriendo numerosas ventanas para que entre la luz. La parte cerámica dará al edificio un toque diferenciador que contrastará con el enfoscado gris del basamento y de la medianera que lo separará de las torres que promueve Sareb a continuación. Finalmente se ha desechado la idea inicial de tapar el inmueble con una envolvente traslúcida para que no se perciba como un recinto hermético y cerrado sobre sí mismo que dificulte su integración en un entorno residencial en transformación con 300 nuevas viviendas en construcción repartidas en su mayoría en torres.

Desde Servicios Sociales se defiende que cualquier persona puede acabar viviendo en la calle, situación extrema de la que se puede salir con ayuda y acompañamiento. «No hay que estigmatizar escondiendo y apartando, sino lograr la inclusión y participación en el entorno social de quienes pasan por este trance tan complicado», remarcan desde la fundación municipal que preside Guzmán Pendás. De hecho, uno de los objetivos principales de este proyecto es abrir el edificio al vecindario para que sea una especie de centro comunitario y lograr a través de la Unidad de Calle «disminuir al máximo las dinámicas de botellones, violencia, consumo de droga y ociosidad de grupos en el exterior».

La propuesta técnica en la que se trabaja definirá tres accesos independientes, uno a cada calle, para el área específica de albergue, el centro de baja exigencia y un espacio configurado como centro social. El acceso al albergue será por Sanz Crespo.

El equipo de arquitectos encabezado por Maximiliano de la Rasilla Coloma ya ha entregado al Ayuntamiento el anteproyecto de esta reforma y entre septiembre y octubre esperan tener concluido el proyecto definitivo que responde al programa de necesidades del Ayuntamiento y que servirá de base para licitar las obras con un presupuesto máximo de 5,6 millones de euros.

Las habitaciones del nuevo albergue serán dobles o individuales –ahora son triples– y con baño propio, diferenciando por plantas las destinadas a la corta o a la media estancia.

El patio abierto será otro elemento muy importante en el funcionamiento del remodelado Albergue Covadonga, que se convertirá en un bloque de manzana cerrada. El patio será totalmente privado y dejará de tener un frente comunicado con el aparcamiento. Quiere esto decir que para acceder a él habrá que entrar al edificio y desaparecerá la tapia con verja actual.