Los sectores del PSOE gijonés recaban apoyos a la espera de las directrices de Ferraz

La Agrupación Socialista de Gijón ha vuelto a ser la díscola de la FSA, tras haber pasado unos años de convivencia sin contestación cuando en vez de Monchu García era Iván Ardura el que lideraba el PSOE local. La idea que se quiere trasladar es que la dirección actual representa a la vieja política. Ahora, tras el choque de trenes de los últimos días, desde las dos partes se ha hecho un llamamiento a la calma en un intento a la desesperada de apaciguar los ánimos. Básicamente, que se dejen de hacer declaraciones a diario. Así que ahora se ha pasado de las palabras a los gestos o a los movimientos en privado para ver qué apoyos se tienen en caso de que se tire para adelante con unas primarias. También se sondean a hipotéticos candidatos porque, hasta ahora sin nada cerrado. El único nombre que nunca ha rechazado esa posibilidad es quien ya lo hiciera, también contra Ana González, hace tres años, el edil de Deportes, José Ramón Tuero.

Pero ese sería el paso siguiente, todavía se está en el anterior, en la recogida de firmas de la mitad de la militancia. Y aquí, es importante la recopilación de apoyos y que personas, llegado el momento, trasladen públicamente su intención de firmar para forzar unas primarias. Muchos se mantienen en la retaguardia bajo la premisa, repiten, de «llegado el momento, me pronunciaré si es necesario». Los promotores de este proceso aseguraron ayer a EL COMERCIO que ya han alcanzado el centenar de adhesiones.

Mientras, la alcaldesa sigue mandando señales. Si el día de la reunión de la comisión ejecutiva en la Casa del Pueblo acudió acompañada por siete concejales, en la tradicional danza prima del día grande de Gijón se dejó ver con cuatro de ellos. También la noche anterior, la de los fuegos, se fotografió junto a la exalcaldesa Paz Fernández Felgueroso. Esto no ha sentado nada bien en ámbitos socialistas por lo que consideran una utilización de la figura de la exalcaldesa que no se corresponde con su posición.

Además del posado conjunto que hoy se visibilice en la Fidma, se espera que también hoy Ferraz responda a la FSA, y a su vez estos a la Agrupación Socialista gijonesa sobre cómo articular el proceso de recogida de firmas: los plazos y los modelos de ficha. Se tiene que dar el número exacto de apoyos que serían necesarios (la mitad de la militancia más uno) teniendo en cuenta el censo actualizado a 1 de junio. Harían falta sobre 640. Lograrlo sería entendido como una moción de censura en sí misma, pero ya se empieza a deslizar la idea de que la FSA debería de tomar nota si, aún sin lograrlo, se llega a la barrera de las 500 firmas.

Ninguna de las partes, aunque estén trabajando y midiendo apoyos, quieren llegar a librar el pulso y confían en que se acabe encontrando una salida intermedia. La FSA ya lo intentó hace unos meses cuando, según dijo el concejal -y miembro de la ejecutiva de Adrián Barbón- Olmo Ron hace unos días, se había ofrecido a Ana González convertirse en senadora. Esta lo rechazó y, desde entonces, no se han explorado más vías. Ni parece que estén abiertas.

El sector que apuesta por las primarias insiste en que esto no va de nombres sino de trabajar y encontrar una salida para retener la alcaldía de Gijón. Según las encuestas que se mostraron en la ejecutiva del jueves, los indicadores son demoledores con el equipo de gobierno. Esas mismas fuentes consultadas conocedoras de la reunión aseguran que la alcaldesa reivindicó que «yo hago políticas de izquierdas».